El tipo de cambio cercano a los RD$45, y sube la tasa de interés
EN SANTO DOMINGO: Sea cual sea el grado de cumplimiento de las medidas de tipo monetario anunciadas por el Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, el 10 de febrero pasado, el resultado parece ser un incremento de la tasa de interés, y un tipo de cambio que, aunque frenado, se mantiene cercano al nivel de nervios de RD$45 por dólar.
Ayer, 17 de febrero, el precio promedio de venta de dólares por ventanilla en las entidades financieras y agencia de cambio fue de RD$44.90, de acuerdo con los resultados del sondeo que publica el Banco Central en su página WEB.
Este precio es superior a los RD$44.86 del viernes 6 de febrero, día en que se desató la preocupación del Banco Central sobre la tendencia que veía en el mercado cambiario.
Para las operaciones de transferencias y cheques también se observa un ligero incremento de casi 3 centavos de pesos al día de ayer.
Comparado con su precio del dos de enero pasado, la depreciación del peso es el 1.3% con relación a los precios de ventas por ventanillas que realizaron las entidades financieras el día de ayer.
El 10 de febrero, Héctor Valdez Albizu anunció la inyección al mercado cambiario de entre US$150 millones y US$200 millones, con el objetivo de frenar las alzas en la tasa de cambio.
“El que esté apostando a la devaluación, perderá su dinero, ya que estaremos vigilantes, y tomaremos las medidas que fueren necesarias para garantizar la estabilidad de precios y la estabilidad relativa de la tasa de cambio”, dijo ese día el gobernador del BC. El funcionario se refirió a supuestos “rumores” sobre acumulación de divisas por parte de los bancos comerciales, con el propósito de compensar las pérdidas de las ganancias provocadas por la reducción de las tasas de interés en las tarjetas de crédito.
Ese mismo día, el funcionario también anunció un incremento en la tasa del encaje legal en dos puntos porcentuales, lo que reduce el flujo de caja de banca en más de RD$14 mil millones. ¿La lógica? Menos pesos, significa menos capacidad de comprar dólares.
Pero el incremento del encaje legal significa también un incremento en las tasas de interés que los bancos cobran por los préstamos que ofrecen, lo que es un efecto que inicialmente el funcionario minimizó. Pero posteriormente lo reconoció: “Nosotros hemos hecho nuestros cálculos, y pensamos que el efecto sería en todo caso menos perjudicial para la población, la sociedad, para los agentes económicos, y para los que viven de salarios, que el tipo de cambio no se coloque en 100 puntos por encima del que tenía el año pasado, a que se mueva la tasa de interés 1 o 2 puntos”.
Agencias de cambio
Además de las entidades bancarias, en el mercado de divisas operan las agencias de cambio y de remesas. A diciembre de 2014, la Junta Monetaria autoriza a 73 entidades de este tipo a operar en el mercado de divisas.
En 2003, la participación de estas de estas entidades en las operaciones del mercado de divisas era de cerca de un 50%, pero han ido perdiendo participación de forma sistemática, hasta representar sólo el 21% del ese mercado en 2014. En este año las operaciones netas de divisas (que excluyen las operaciones entre las entidades que comercializan con la divisa) ascendieron a un volumen de US$32,977 millones.
Ese mercado ha estado moviéndose hacia el control de los bancos, que a diferencia de algunas años atrás, son las únicas entidades que el Banco Central toma en cuenta cuando decide intervenir en el mercado cambiario.
Sobre esto, Carlos Pla, presidente de la Asociación de Agentes de Cambio (Adocambio) afirma: “Ha sido un proceso de poca transparencia en donde no somos informados, cuando son realizadas las intervenciones”.
El empresario pide “un proceso equitativo” para que no haya ventaja competitiva entre empresas autorizadas por las propias autoridades.
Las empresas que Adocambio agrupa también se enfrentan a la negación de los bancos corresponsales extranjeros y locales de crearles cuentas, como resultados de las normas impuestas por las autoridades internacionales contra el blanqueo de dinero, que resulta costosas aplicarlas. Por ese costo pagan justos por pecadores.
El resultado es una tendencia creciente hacia la informalidad de muchas agencias de cambio, que prefieren entregar la licencia, creando un mercado negro”, que opera a la luz del día en sus visibles negocios de la ciudad, y con una tolerancia discreta de las autoridades.
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