El propósito de la Constitución favorece la reelección presidencial
El Estado existe, como resultado de todo lo que una sociedad llega acumular en siglos. Son una diversidad de conocimientos que van acumulando capacidades para enfrentar los problemas de la vida común en sociedades. En perspectivas, este, para cumplir su cometido usa una plataforma, la cual en el transcurso del tiempo es frecuentemente modificada, enmendada, reformada y hasta cambiada: es la Constitución.
La Constitución es la ley fundamental de organización política del Estado así como también como marco jurídico de los derechos y deberes de los ciudadanos. Es un instrumento de cambio y desarrollo factible de reformaciones en cuanto lo demanden las circunstancias, con el objeto de facilitar la implementación de políticas del gobierno y del poder ejecutivo.
La Constitución es la ley fundamental de organización política del Estado así como también como marco jurídico de los derechos y deberes de los ciudadanos. Es un instrumento de cambio y desarrollo factible de reformaciones en cuanto lo demanden las circunstancias, con el objeto de facilitar la implementación de políticas del gobierno y del poder ejecutivo.
Y no solo debe ser modifica la Carta Magna, para facilitar el accionar del ejecutivo, si no también, además, para todo aquello que tenga que ver con la creación y el fortalecimiento de las instituciones que conforman el Estado.
Entonces, como puede apreciarse, y en contraposición a lo que asumen algunos sectores políticos nacionales, errados, que creen, que la Constitución es un santuario incólume, inalterable e intocable. Sin embargo, es todo lo contrario, es un ente vulnerable, enmendable; es una herramienta de transformaciones, que por ende está sujeta a las innovaciones que sean necesarias.
Es más, podemos afirmar que, el nivel de desarrollo de los países altamente industrializados, se ha fundamentado en cambios constitucionales continuos, profundos y atinados. Basta revisar los anales de la historia universal y verse en el espejo de los Estados Unidos y Francia, y otros Estados altamente desarrollados y complejos, que están dotados de alta capacidad resolutiva de los problemas de todas índoles.
Y la Republica Dominicana no es una excepción. Poco tiempo después de la fundación del Estado, la primera Constitución, elaborada y consensuada por diputados en asamblea constituyente el 6 de noviembre de 1844, en la ciudad de San Cristóbal, antes ser aceptada y proclamada, por exigencia de Pedro Santana, hubo de ser modificada y agregarle el articulo 2010
Como se puede apreciar, las reformas constitucionales en nuestro país datan desde los primeros meses de la fundación de la República. Conducta que será habitual en los presidentes en el discurrir de la historia.
En efecto, los gobernantes de más relevancia de la nación, han usado el atributo presidencial de reformar o enmendar la Carta Magna. Lo hicieron Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Gregorio Luperon, Ramón Cáceres entre otros. En la historia contemporánea, hicieron uso de esa facultad: Rafael Leónidas Trujillo, el profesor Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Leonel Fernández e Hipólito Mejía.
Ahora bien, no es lo mismo en el orden conductual, una modificación constitucional que favorezca a otros tantos gobernantes del pasado, o bien, al presidente Danilo Medina Sanchez. Danilo Medina, en poco tiempo, ha demostrado tener grandes dotes de estadista y estratega político. Conduce la nación con políticas de desarrollo y sociales atinadas al momento, en tanto, va creando las base infraestructurales para el crecimiento sostenido en lo inmediato, a mediano y a largo plazos, del país.
Es más, podemos afirmar, que el gobierno del presidente Medina Sanchez está creando las infraestructuras sociales y políticas- hasta ahora inexistente-para la consolidación de la democracia dominicana. En ese sentido pensamos, que pronto tendremos una ley que regularice las actividades de los paridos políticos, así como también los fundamentos en función, para evitar que gobernante alguno, haga lo que le venga en ganas.
Por consiguiente, somos partidarios, y así se ha concebido como un proyecto de nación, que el actual presidente necesita mucho más de un cuatrienio para completar su obra de gobierno.
Lamentablemente, la modificación a la Constitución implementadas en el país con propósitos reeleccionista han estado inspirada en el ego del presidente de turno o motivadas por la inconsecuencia de sectores aviesos. Nuestra historia está repleta de maniobras solapadas y abiertas, como por ejemplo, en los tiempos de Lilis y Horacio Vásquez.
En cambio, una modificación constitucional para la re postulación del presidente Danilo Medina se plantea necesariamente consensuada: con el Partido de la Liberación Dominicana y fuerzas aliadas, el pueblo dominicano, el Congreso Nacional y Poder Ejecutivo. Y sustentada en la práctica por la gran valoración de su buen desempeño presidencial expresada en popularidad como resultado de su excelente obra de gobierno.
En consecuencia, no habrá alteración del orden constitucional, ni de la estabilidad socio-política que vive la nación; con este gesto se fortalece la democracia dominicana y servirá de referente para futuras modificación de la Constitución de la República.
De modo pues, que manos a la obra, porque en el ambiente nacional están dadas las condiciones objetivas y subjetivas para la Republica Dominicana transitar el camino de la reelección presidencial.
POR ISMAEL BATISTA
El autor es : Médico, reside en Barahona