EDITORIAL EL CARIBE: Una nueva visión de la frontera
La frontera territorial con Haití suele ser vista de muy variadas maneras. El común de las personas que viven distantes de los pueblos fronterizos la imaginan como “algo remoto” donde la vida no tiene cabida.
Esa imagen está relacionada con el pasado, cuando a funcionarios o militares se les enviaba a cualquier punto de la línea divisoria como castigo.
Esa imagen está relacionada con el pasado, cuando a funcionarios o militares se les enviaba a cualquier punto de la línea divisoria como castigo.
Pasó con intelectuales sospechosos de antitrujillismo o con militares “en desgracia”. Quizás ya no se manda a la frontera por castigo, pero las oportunidades de los pobladores siguen siendo muy escasas.
Aunque el Estado tiene una política de frontera, sea desde la perspectiva migratoria, de desarrollo humano o de seguridad, la misma no ha respondido a una visión de conjunto.
Hace falta que todos los enfoques respecto a la frontera formen parte de un solo discurso que refleje el interés del Estado por promover esa zona de la República, y sobre todo, de manera cierta, de aliviar las condiciones materiales en que se desempeñan sus habitantes.
Como la frontera es una realidad que envuelve dos pueblos, dos estados, hay asuntos comunes a los dos países que requieren igual voluntad para acometerlos. En nuestro caso, la esperanza es que mientras se afinen los acuerdos bilaterales, se avance en los proyectos que no dependan necesariamente de voluntades comunes.
Mientras tanto, nos motiva el recorrido reciente del canciller de la República, Andrés Navarro, por la región fronteriza, donde escuchó a las autoridades y a los vecinos en cada pueblo, y que en conocimiento de la realidad, pueda convertirse en el coordinador de esa visión de conjunto que se requiere para transformar una región tan necesaria para el avance de la República Dominicana.
Quizás muchas personas no lo alcancen a ver, pero una gama muy variada de pesares que se ahondan en el país y de otros tantos que pueden potenciarse, se resuelven con políticas agresivas y preventivas de desarrollo fronterizo.
En ese sentido, son loables los esfuerzos que realizan algunos empresarios preocupados por esa zona, y conscientes de que no sólo merece mejor suerte, sino de que cuenta con los recursos para cambiar el panorama de hoy.
26/12/2014.-