Del Benefactor de la Patria al Estado Benefactor
En mi último artículo "Muro de la Dignidad Nacional" abordé el tema de la independencia política de la República Dominicana como legado auténtico de 170 años de los Padres de la Patria. Sobre todo para señalar algunas de las fallas de esa independencia en los últimos 53 años que comienzan al final de la Era de Trujillo en 1961 hasta el 2014.
De acuerdo con la conferencia "Mecanismo de Control y Fiscalización en un Estado Social y de Derecho" dictada por la Magistrada del Tribunal Constitucional (TC) Isabel Bonilla Fernández en julio de este año, o con la segunda versión del “Concurso de Ensayos sobre Temas Constitucionales”, del Tribunal Constitucional, parece que al “Estado Social y Democrático de Derecho” todavía se le está buscando forma. También se ha hablado del "Estado Nación" (Ref./Google: Estado Nación o subido en el palo), y del "Estado Político y/o Supra Estado Colonial” (1961-2014 - Ref./Google: Estado Político I, II y III). Faltaría el "Estado Benefactor" que refleja el final de este artículo, u otro(s) que proponga el lector.
Mientras, la magnitud del problema migratorio haitiano y la ausencia de una auténtica independencia financiera y económica nos hacen recordar la ocupación haitiana (1822-1844) y norteamericana (1916-1924). La diferencia es que los Padres de la Patria no fallaron al darnos la independencia política que en febrero de 2014 cumplió ya 170 años. Dieron en el clavo. Por eso cabe la pregunta de quién o quienes han dado en el clavo en la defensa de la independencia política, financiera y económica de la República Dominicana como país libre e independiente desde hace 170 años, con sus altas y bajas.
Como en el mundo se ve de todo, al igual que en dictadura, democracia o cualquier sistema político, de algún lugar hay que partir. Podemos comenzar con la Independencia efímera de 1821, la Guerra de la Restauración de 1863, el asesinato del dictador Lilís (1899), el golpe de Estado a Horacio Vásquez (1929), la matanza de haitianos (1937), el Tratado Trujillo-Hull (1940) que selló el pago de la deuda externa del país con el Gobierno americano. Los intentos para derrocar al dictador Trujillo (Cayo Confites - 1947, Horacio Julio Ornes - 1949, y la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo (1959). El asesinato del dictador Trujillo (1961), el golpe de Estado a Juan Bosch (1963), el alzamiento guerrillero Las Manaclas (1963), la Revolución de Abril (1965) y la ocupación militar norteamericana (1965).
La Independencia efímera y la Guerra de la Restauración es un antes y un después del legado de Duarte, Sánchez y Mella, los Padres de la Patria. No sucede lo mismo con las dictaduras de Lilís y Trujillo por la naturaleza de las luchas que pusieron fin a sus regímenes. Sin embargo, la matanza de haitianos en 1937 es también un después de la independencia política preservada por el Estado de la Era de Trujillo, si entendemos por independencia política el trabucazo de Mella del 27 de febrero de 1844 que los liberó del dominio haitiano de 22 años, aunque no bajo latente amenaza de inmigración ilegal, hoy día presente a niveles insospechables.
En otras ocasiones hemos hablado del “Pragmatismo” como categoría de investigación para la interpretación de acontecimientos históricos que pudieran revelar contradicciones. He comprobado algunos casos, mientras espero lo contrario, por lo que puedo decir a todo pulmón que la República Dominicana es un país repleto de acontecimientos históricos contradictorios. Solo hay que poner en práctica el Pragmatismo para evitar que la historia se convierta en "conversatorio de loros", como así es , lo que hago extensivo a la interpretación de nuestra economía.
Visto lo antes señalado, el Siglo XX revela dos hechos o ejemplos históricos, contradictorios o no según la objetividad de la mente, de “defensa práctica de independencia política, financiera y económica”, si partimos del conflicto migratorio de 1937 que puso fin a la inmigración ilegal haitiana en el Estado de la Era de Trujillo; y si tomamos en cuenta el Tratado Trujillo-Hull de 1940 que selló la independencia financiera y económica de la República Dominicana entre 1940 y 1961. De haber otros hechos o ejemplos históricos relacionados con la independencia política, financiera y económica de la República Dominicana a partir de 1961 no estaría demás averiguarlo aplicando categorías/herramientas de investigación (i.e., Pragmatismo, Común Denominador, etc.) o cualquier otra que proponga el lector.
Hoy día la práctica o "Quehacer Político" como Común Denominador (interpretación sectorial de la historia), gira en torno a los éxitos o fracasos, o supuestos éxitos o fracasos del tipo de Estado que tenemos desde 1961 hasta la fecha. Si entramos en detalle sobre "éxitos y fracasos" hay que escribir varios libros, pero quizás no tanto como aquellos que se han escrito sobre el Estado de la Era de Trujillo, si es que aplicamos el Pragmatismo y el Común Denominador, para ver si de una vez por todas dejamos de buscarle la quinta pata al gato, cosa que se ha convertido en un “tabú histórico”. Aplicando las categorías/herramientas de investigació, guardando el debido respeto a los ideales, se hace más fácil el camino que conduce al renacer histórico a la hora de hablar de éxitos y fracasos en cualquier sistema.
La transparencia histórica es un imperativo para el bien de nuestra independencia política, financiera y económica, evitando así cualquier distracción, incluyendo la del día a día que “conduce a ninguna parte”. Ese "día a día mediático" que desde hace mucho tiempo ha convertido nuestra independencia política en "independencia política teórica" ha sido incapaz de ponerle freno a la inmigración ilegal haitiana y a la dependencia económica y financiera interna y externa desde 1961 hasta la fecha.
Sin entrar en detalles, solo hemos mencionado dos fallas de nuestra independencia política que desde hace tiempo han convertido la República Dominicana en río revuelto por culpa de nosotros mismos ya que nadie en particular se siente culpable. Por esta y otras razones es que hemos llamado Estado Político y/o Supra Estado Colonial el que tenemos desde 1961 hasta la fecha, tal y como describí en los artículos Estado Político I, II y III. Pero como veremos al final de este artículo, también hay espacio para lo que pudiera ser el "Estado Benefactor" en vista del ilimitado campo de las ciencias sociales.
Al parecer, hasta el momento no se ha identificado o tipificado el tipo de Estado o el “Estado Ideal” que los dominicanos quisiéramos tener, no tanto para un futuro mejor sino para también garantizar nuestra independencia política, financiera y económica. Entonces a dónde ha ido todo, o: ¿Qué es lo que ha pasado entre el Benefactor de la Patria y el “Estado Ideal”, o en su caso el Estado Benefactor abajo señalado?. Antes de llegar ahí quizás no estaría demás revisar algunas tumbas para ver si ciertos muertos no se han movido.
En lo particular diría que el Estado Benefactor y/o Estado Nación es aquel que, en primer lugar, convierta la independencia política en “independencia política práctica” que ponga fin a la masiva inmigración ilegal haitiana, comenzando con la construcción de un muro fronterizo para recuperar nuestra perdida Dignidad Nacional. Al mismo tiempo, un Estado que recupere nuestra independencia financiera y económica partiendo del Presupuesto General del Estado.
Resumiendo: un Estado que sea garante de la independencia política, económica y financiera que de hecho y no de palabras consolide la República Dominicana como nación libre e independiente para hacerle frente a su destino.
Por Luis Eduardo Díaz Franjul