Controversias sobre el legrado uterino y el aborto terapéutico
Como médico, y sobre todo como especialista en Anestesiología y Reanimación de más de 30 años de ejercicio público y privado he tenido que participar en innumerables procedimientos de legrados uterinos diagnosticados como abortos incompletos. Jamás he participado ni participaré en abortos provocados instrumentalmente por médicos especialistas o no, y mucho menos por practicantes médicos como era en el pasado. La sociedad olvida las grandes cadenas o redes de clinicuchas aborteras que existieron en la capital y en grandes provincias en el pasado.
Existen testimonios de muchos de estos procedimientos ilegales practicados por médicos generales y practicantes en los cuales ellos mismos administraban la anestesia y luego procedían a introducir instrumentos cortantes en un cuello uterino no dilatado, y muy difícil de dilatar, lo cual unido a un desconocimiento de las dosis anestésica a administrar, de las complicaciones y de la interrelación entre una enfermedad subyacente y/o los medicamentos tomados por la mujer conducían a complicaciones, por sobredosis anestésica en algunos casos o por bajas dosis anestésicas que dejando a la paciente semidespierta provocaban que un brusco movimiento ocasionara una perforación uterina que se traduce en un sangrado incontrolable en lo inmediato, o en una infección generalizada a los pocos días del procedimiento.
Estas peligrosísimas prácticas abortivas han quedado en el pasado cuando se descubrió que un medicamento utilizado para mejorar padecimientos del estómago induce al aborto al ser colocado intravaginalmente. En consecuencia cuando la paciente llega al médico ya ha abortado, llega con un sangrado que si no se practica el legrado (limpieza de restos placentarios) tiene consecuencias fatales por sangrado incontrolable inmediato y/o por infección generalizada a los pocos días posteriores.
Son prácticas de dominio público y medicamentos de libre venta en las farmacias, aunque no descartamos que algunos colegas indiquen estos medicamentos o que los apliquen directamente a sus pacientes, son los menos. De lo que se trata es de la necesidad urgente de la paciente, cuando llega a la emergencia, de que se le practique la limpieza (legrado).
Qué hacemos frente a la complicación recibida por el aborto ya auto practicado? Por otro lado coincido plenamente con los planteamientos de la Iglesia Católica de que las prácticas sexuales conllevan grandes responsabilidades, que no son un deporte alegre e irresponsable que si terminan en embarazos pueden impunemente ser resueltas por prácticas abortivas.
Ni hablar de cuando la madre tiene una enfermedad que amerita tratamientos que tienen como consecuencia daños al feto. Es elemental y simple que hay que tomar una decisión dolorosa para salvar la madre y sacrificar al feto, porque de lo contrario los dos van a morir irremediablemente como fue el caso de una joven madre en el pasado reciente. Si la madre sobrevive podrá tener varios hijos al recuperar su salud, ese es el dilema. La razón no es absoluta ni está de un solo lado.
Hay que buscar la solución entre lo ideal y lo posible, así de simple.
POR VINICIO LÓPEZ
Ni hablar de cuando la madre tiene una enfermedad que amerita tratamientos que tienen como consecuencia daños al feto. Es elemental y simple que hay que tomar una decisión dolorosa para salvar la madre y sacrificar al feto, porque de lo contrario los dos van a morir irremediablemente como fue el caso de una joven madre en el pasado reciente. Si la madre sobrevive podrá tener varios hijos al recuperar su salud, ese es el dilema. La razón no es absoluta ni está de un solo lado.
Hay que buscar la solución entre lo ideal y lo posible, así de simple.
POR VINICIO LÓPEZ