MINERD ejecuta en cuatro provincias proyecto para incluir en centros educativos niños no videntes no escolarizados
El Ministerio de Educación (MINERD), a través de la Dirección de Educación Especial, ha identificado en las provincias El as Piña, San Juan de la Magna, San Pedro de Macorís y
El Seybo a 113 niños y niñas menores de edad con discapacidad visual,
con los que ejecuta acciones de apoyo para garantizar su inserción en
centros educativos de sus localidades.
Los menores no videntes fuera de las escuelas fueron identificados a través del Proyecto Inclusión Educativa con Enfoque Comunitario, el cual es impulsado por el MINERD y co-financiado por la Fundación Once para América Latina (FOAL) y la Junta de Andalucía.
Cándido Encarnación Frías, coordinador del Proyecto, dijo que para alcanzar las metas y garantizar el acceso, la participación y el aprendizaje de esta población, el proyecto se ejecuta con un enfoque comunitario que facilite la descentralización de los servicios de apoyo a la inclusión educativa del alumnado con discapacidad visual en la zona de intervención.
“Trabajamos para empoderar a los líderes comunitarios de los distintos municipios que constituyen las cuatro provincias focalizadas y el fortalecimiento de los centros educativos donde ingresen los estudiantes con discapacidad localizados”, puntualizó.
Mediante el proyecto se capacita a los actores participantes en el uso de estrategias metodológicas y recursos didácticos que den respuestas educativas pertinentes a las características de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes con discapacidad visual.
Jornada de capacitación
Para fortalecer el trabajo con la población beneficiada del proyecto, el MINERD desarrolló durante los días miércoles 19, jueves 20 y viernes 21 de noviembre una jornada de capacitación dirigida a maestros que trabajan con los menores no videntes fuera de las aulas localizados en estas cuatro localidades, con sus familias y ejecutar con ellos un proceso de inclusión exitoso.
En el taller, que se realizó en Juan Dolio, se le dieron las primeras herramientas a los maestros y psicólogos de las diferentes escuelas de las cuatro provincias, para que aborden el tema de inclusión con un modelo ecológico, con la finalidad de que no se enfoquen en el niño o la niña porque es no vidente, sino que se trabaje con el alumno, con su familia, la escuela y el barrio con una mirada más global.
Cándido Encarnación Frías, coordinador del Proyecto, dijo que para alcanzar las metas y garantizar el acceso, la participación y el aprendizaje de esta población, el proyecto se ejecuta con un enfoque comunitario que facilite la descentralización de los servicios de apoyo a la inclusión educativa del alumnado con discapacidad visual en la zona de intervención.
“Trabajamos para empoderar a los líderes comunitarios de los distintos municipios que constituyen las cuatro provincias focalizadas y el fortalecimiento de los centros educativos donde ingresen los estudiantes con discapacidad localizados”, puntualizó.
Mediante el proyecto se capacita a los actores participantes en el uso de estrategias metodológicas y recursos didácticos que den respuestas educativas pertinentes a las características de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes con discapacidad visual.
Jornada de capacitación
Para fortalecer el trabajo con la población beneficiada del proyecto, el MINERD desarrolló durante los días miércoles 19, jueves 20 y viernes 21 de noviembre una jornada de capacitación dirigida a maestros que trabajan con los menores no videntes fuera de las aulas localizados en estas cuatro localidades, con sus familias y ejecutar con ellos un proceso de inclusión exitoso.
En el taller, que se realizó en Juan Dolio, se le dieron las primeras herramientas a los maestros y psicólogos de las diferentes escuelas de las cuatro provincias, para que aborden el tema de inclusión con un modelo ecológico, con la finalidad de que no se enfoquen en el niño o la niña porque es no vidente, sino que se trabaje con el alumno, con su familia, la escuela y el barrio con una mirada más global.
A la actividad asistieron 35 docentes y psicólogos. Entre los temas abordados figuraron Ajustes Curriculares y diseño universal de los aprendizajes, facilitado por la experta chilena Karina Corvalán, Evaluación y optimización de la baja visión, por Isabel Brito, Taller de Abaco para la Enseñanza de la Matemática, por Ángel Martínez.
De igual manera, Encarnación Frías expuso sobre el Modelo Ecológico en la intervención comunitaria, Pedro del Rosario, encargado del Departamento de Capacitación del Centro Olga Estrella, hizo lo propio con el tema Enfoque de derecho en la educación de las personas con discapacidad, entre otras temáticas.
“Nuestro objetivo principal es tomar los niños que están fuera de las escuelas no escolarizados, para integrarlos a la escuela regular, donde están los niños que no tienen ninguna discapacidad”, expuso el coordinador del Proyecto.
Encarnación Frías precisó que el MINERD está avanzando hacia un modelo inclusivo, donde cada vez haya menos escuelas especiales, porque los estudios y las prácticas han demostrado que lo más efectivo en un niño es estudiar con todos los demás, porque cuando los ponen en una escuela especial, les están limitando y trazándoles una línea.
“Hay escuelas regulares que tienen aulas especiales para que el niño socialice con los demás, con su barrio, con el entorno”, indicó.
Aseguró que en un año de ejecución del proyecto, se han localizado 113 niños y niñas menores de edad con los cuales se trabaja para que sean incluidos en las escuelas y proporcionarles los instrumentos especiales que necesitan, como textos con el sistema de lectura Brailler o grabados porque son no videntes.
Sostuvo que a través del proyecto también se han detectado niños y niñas con otras discapacidades en los barrios, mediante el trabajo realizado con las juntas de vecinos, las iglesias, líderes comunitarios, y aunque el objetivo son niños ciegos, se han encontrado con infantes con Síndrome de Down y autismo, de los que el MINERD se ha encargado de facilitar su inclusión en los centros educativos.
Al final de la jornada se hizo una evaluación psicopedagógica del estudiante con discapacidad visual y se elaboró el Plan de Acción con Familia, Escuela y Comunidad por municipios.
Proceso previo a la escuela
Previo a la inserción de los niños y niñas no videntes en las escuelas, se preparan los maestros para que trabajen con las familias porque, según Encarnación Frías, los padres y madres de los infantes no videntes no aceptan la discapacidad de sus hijos y les da vergüenza salir con ellos a las calles y con el barrio para que los acepten como niños y niñas normales.
Apuntó que el niño muchas veces tiene 10, 11 y 12 años, edades en las que no pueden ser incluidos en la escuela, sin antes nivelarlo y darles las herramientas mínimas para que no estén desfasados, para el próximo año incluirlos en los centros educativos.
Nota enviada por la licenciada Magdalena Núñez, Enc. Relaciones Públicas MINERD
De igual manera, Encarnación Frías expuso sobre el Modelo Ecológico en la intervención comunitaria, Pedro del Rosario, encargado del Departamento de Capacitación del Centro Olga Estrella, hizo lo propio con el tema Enfoque de derecho en la educación de las personas con discapacidad, entre otras temáticas.
“Nuestro objetivo principal es tomar los niños que están fuera de las escuelas no escolarizados, para integrarlos a la escuela regular, donde están los niños que no tienen ninguna discapacidad”, expuso el coordinador del Proyecto.
Encarnación Frías precisó que el MINERD está avanzando hacia un modelo inclusivo, donde cada vez haya menos escuelas especiales, porque los estudios y las prácticas han demostrado que lo más efectivo en un niño es estudiar con todos los demás, porque cuando los ponen en una escuela especial, les están limitando y trazándoles una línea.
“Hay escuelas regulares que tienen aulas especiales para que el niño socialice con los demás, con su barrio, con el entorno”, indicó.
Aseguró que en un año de ejecución del proyecto, se han localizado 113 niños y niñas menores de edad con los cuales se trabaja para que sean incluidos en las escuelas y proporcionarles los instrumentos especiales que necesitan, como textos con el sistema de lectura Brailler o grabados porque son no videntes.
Sostuvo que a través del proyecto también se han detectado niños y niñas con otras discapacidades en los barrios, mediante el trabajo realizado con las juntas de vecinos, las iglesias, líderes comunitarios, y aunque el objetivo son niños ciegos, se han encontrado con infantes con Síndrome de Down y autismo, de los que el MINERD se ha encargado de facilitar su inclusión en los centros educativos.
Al final de la jornada se hizo una evaluación psicopedagógica del estudiante con discapacidad visual y se elaboró el Plan de Acción con Familia, Escuela y Comunidad por municipios.
Proceso previo a la escuela
Previo a la inserción de los niños y niñas no videntes en las escuelas, se preparan los maestros para que trabajen con las familias porque, según Encarnación Frías, los padres y madres de los infantes no videntes no aceptan la discapacidad de sus hijos y les da vergüenza salir con ellos a las calles y con el barrio para que los acepten como niños y niñas normales.
Apuntó que el niño muchas veces tiene 10, 11 y 12 años, edades en las que no pueden ser incluidos en la escuela, sin antes nivelarlo y darles las herramientas mínimas para que no estén desfasados, para el próximo año incluirlos en los centros educativos.
Nota enviada por la licenciada Magdalena Núñez, Enc. Relaciones Públicas MINERD