La gotera del Banco Mundial
Sin duda alguna los organismos internacionales de financiamiento saben cómo asegurar su inversión en el Estado Político y/o Supra Estado Colonial que tenemos desde 1961 hasta la fecha, dentro del cual el Banco Central le apaga la vela al cuarto de Tula para que la economía no coja candela porque ella no gotea cuando crece. Lo del goteo no lo digo yo, lo dice el Banco Mundial y otros organismos internacionales al notar (muy tarde) que los niveles de pobreza y desigualdad permanecen desconectados del crecimiento económico que revela el Producto Interno Bruto (PIB).
Cosas veredes, Sancho!, diría Tony Raful, y no precisamente sobre Rubirosa. Y es que el Estado Político y/o Supra Estado Colonial no solo se conformó con haber hecho desaparecer el Patrimonio Empresarial de la Era de Trujillo sino que ha convertido el Presupuesto General del Estado (PGE) en instrumento repleto de caprichos y veleidades cuya triste realidad no toma en cuenta el Banco Mundial y otros organismos. La transparencia del PGE es un imperativo para evitar los acostumbrados pronósticos catastróficos de esos organismos.
El PGE de 2014 bordea los RD$615,000 millones. Asigna RD$357,187 millones al gasto institucional, RD$170,000 millones a la amortización de deuda pública y RD$60,000 millones al subsidio eléctrico, entre otros RD$27,799 millones que completan el PGE. La falta de transparencia del PGE comenzó en el año 2000 cuando los gobiernos dejaron de publicar mensualmente en la prensa escrita los ingresos y egresos del PGE como se estilaba en algunos intervalos de mediados del siglo XX.
Ese tipo de rejuego hace del Estado Político y/o Supra Estado Colonial un gigante que obnubila el razonamiento y cálculo de la economía. Pero no tan solo eso. Ese tipo de estado confunde los índices del PIB con los montos del PGE. En realidad no existe relación alguna entre el PIB y el PGE, son como el agua y el aceite. Por lo tanto el correcto cálculo de la economía se hace más difuso, confuso y difícil hasta tanto no se defina el PIB Estatal. Hasta ahora solo existe el PIB de la riqueza material que se identifica con la sociedad y/o sectores productivos, el que utilizan los organismos internacionales para monitorear el crecimiento económico.
Un buen comienzo para calcular el PIB Estatal es tomar en cuenta los montos del PGE que aplican al Sistema Nacional de Inversión Pública, y las Empresas Públicas de Bienes y Servicios, para que el Estado Político y/o Supra Estado Colonial se comporte como sector de la economía como otro cualquiera. Aparentemente todo terminaría cuando el PIB Estatal se une con el PIB de la sociedad y/o sectores productivos a final de año. Llegado este punto se logra lo que se conoce como PIB Nacional y/o PIB 2.0, algo que desde hace tiempo hemos estado planteando (Ref./Google: “PIB 2.0 – Pacto por la Productividad”).
Pero no todo termina ahí. Es un imperativo la colaboración del sector público y privado para definir una productividad que se identifique con el bienestar material y social de todos los dominicanos. Esa productividad se traduce en crecimiento económico que aumenta los niveles de empleo y disminuye la pobreza. Llegado este punto se puede hablar de “crecimiento económico sostenible con goteo”, no de “crecimiento económico con esteroides sin goteo”. Con estas explicaciones quizás podemos entender un poco la gotera del Banco Mundial ya que al parecer nadie ha planteado una fórmula que mitigue la miseria y el infortunio de países pobres y en vías de desarrollo.
La desorientación sobre el bienestar material y social se debe a que los organismos internacionales solo toman en cuenta el PIB que se identifica con la sociedad y/o sectores productivos a falta del PIB Estatal, lo que limita sus axiomas y explica la tendencia catastrófica de los pronósticos. Eso explica el perenne coqueteo y compadreo de esos organismos con el sector público, que solo sirve para reorientar y recuperar sus inversiones con el menor dolor de parto posible a costa del PGE. Basta recordar que el PGE de 2014 asigna RD$170,000 millones para amortizar la deuda pública, dinero que sale de los bolsillos de la sociedad y/o sectores productivos. Por tanto, se puede calificar al Estado Político y/o Supra Estado Colonial como mal administrador del PGE y/o empresa pública deficitaria.
Los organismos internacionales obvian la mirada de soslayo que el Estado Político y/o Supra Estado Colonial lanza al sector privado y lo aleja como socio lo que bloquea la búsqueda del modelo de desarrollo compartido, o con inclusión social, como se estila en estos tiempos, si queremos seguir hablando del goteo de la economía. Eso se debe a que el Estado Político y/o Supra Estado Colonial siempre ha querido hacer las cosas a su manera, como mejor le parece, lo que muchas veces provoca resultados impredecibles. Eso explica los excesivos impuestos, reformas fiscales o déficits, muchas veces acentuados por la falta de transparencia del PGE, como explicamos anteriormente.
Uno de los planteamientos catastróficos de los organismos internacionales es el informe 2014 del índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad (IDHD) del PNUD. Otro es el Informe de Marzo 2014 del Banco Mundial "República Dominicana: la necesidad de espacio fiscal y de mejoras en el uso de los recursos públicos". Este último plantea la tesis de "responsabilidad compartida" que avale un préstamo de US$550.0 millones entre 2015 y 2018 para accesar a "servicios sociales y oportunidades económicas de ciudadanos del país". De su parte el BID dice que dispone de US$1,500 millones en el período 2013-2016. Al final todo se reduce a visitas periódicas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que lo hacen cómplice del colonialismo estatal que caracteriza el Estado Político y/o Supra Estado Colonial.
Dentro de este sombrío panorama resulta refrescante el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que propugna una mayor inversión en infraestructura pública y privada para la inserción regional en la economía global del siglo XXI y para la calidad de vida de los habitantes. Sin embargo, con los presupuestos de 2014 o 2015 del Estado Político y/o Supra Estado Colonial las sugerencias de la CEPAL no tienen sentido pues quien hace la sugerencia no es un organismo internacional de financiamiento.
El informe de la CEPAL entrega una actualización de los requerimientos de inversión en los cuatro principales sectores de infraestructura económica (transporte, energía, telecomunicaciones y agua y saneamiento) para dar respuesta a las necesidades que surgirán de las empresas y consumidores finales de la región. Pero sea la CEPAl, FMI, Banco Mundial u otros, sin la aplicación de una fórmula como factor determinante o pragmático el crecimiento económico sostenible no es posible. Es por eso que humildemente he planteado “PIB 2.0 – Pacto por la Productividad”.
Según Ligia Bonetti, presidenta de la AIRD, esa asociación de industrias valora el enfoque que tiene el actual gobierno de desarrollar políticas sociales que busca que las personas puedan contar con oportunidades. Pero también dijo: "Creemos, sin embargo, que estamos llamados a ir más lejos". En este sentido considera que las políticas productivas y sociales no pueden ser sistemas separados. Indicó que es necesario crear un lazo fuerte entre desarrollo económico y social entre la macroeconomía y la pequeña. Eso lo dijo en presencia del presidente Danilo Medina. Pero si queremos ahorrar cientos de años hablando sobre lo mismo el factor determinante o pragmático es una manera de llegar a Roma sin preguntar, sea el PIB 2.0 u otro.
Por: Luis Eduardo Díaz Franjul