Casa a punto de derrumbarse y aplastar a quien la habita
EN BARAHONA, (República Dominicana): El señor Carlos Peña corre el riesgo de morir aplastado por la casa en que reside ya que esta puede derrumbarse en cualquier momento, debido a las condiciones desastrosas en que se encuentra desde hace años, ante la mirada indiferente de quienes tienen el poder para repararla.
Esta casa que no puede ser llamada como tal, sino como una "guarida de alimañas" y que está ubicada en la calle Beler, número 47 del sector Los Cabareses de esta ciudad, tenía dos habitaciones, pero una ya dejó de serlo a causa de la inclemencia del tiempo y porque nunca fue sometida a mantenimiento por la falta de recursos económicos de su propietario.
En el otro cuarto vive Carlos, quien cuando llueve y sopla fuerte brisa en horas de la noche mientras duerme, siempre abriga el temor de que se derrumbará y lo aplastará como un frito.
Tanto este como sus vecinos, lamentan que los precandidatos de los partidos políticos que desarrollan una intensa campaña proselitista promoviendo sus aspiraciones a cargos congresuales y municipales de cara a las elecciones de mayo del 2016, no se hayan fijado en las condiciones en que se encuentra la vivienda en cuestión, a pesar de que con mucha frecuencia pasan por el lugar a pie y en vahículos.
"Tampoco el Gobernador Provincial Pedro Peña Rubio, las autoridades del Plan Social de la Presidencia y de otras instituciones del Gobierno que ofrecen ayuda a los necesitados, nunca se han fijado en las condiciones desastrosa en que vivo", comentó Carlos.
Dirigentes comunitarios expresan que da pena y verguenza que en un país, donde se facilitan millones de pesos a los partidos políticos para financiar sus campaña electorales, a los senadores y diputados, y se entreguen otros millones a entidades que dicen llamarse Organizaciones no Gubernamentales (ONGs), cuya mayoría sólo existen de nombre y sus representantes (que son unos vagos) disfrutan de una buena vida, hayan ciudadanos que vivan en una casa en tales condiciones.
Estos y otros ciudadanos coinciden en que si los precandidatos inmersos en la actual campaña interna de suorganizaciones políticas, los mismos que distribuyen funditas con escasos alimentos, 500 1000, 1,500 y 2.000 pesos, lámparas para el tendido eléctrico en algunos sectores locales, gastan un dineral en colocación de vallas, afiches, entre otras cosas, deben unirse y reparar la referida casa ates de que se vaya a tierra y aplaste a Carlos.
POR JUAN FRANCISCO MATOS
Esta casa que no puede ser llamada como tal, sino como una "guarida de alimañas" y que está ubicada en la calle Beler, número 47 del sector Los Cabareses de esta ciudad, tenía dos habitaciones, pero una ya dejó de serlo a causa de la inclemencia del tiempo y porque nunca fue sometida a mantenimiento por la falta de recursos económicos de su propietario.
En el otro cuarto vive Carlos, quien cuando llueve y sopla fuerte brisa en horas de la noche mientras duerme, siempre abriga el temor de que se derrumbará y lo aplastará como un frito.
Tanto este como sus vecinos, lamentan que los precandidatos de los partidos políticos que desarrollan una intensa campaña proselitista promoviendo sus aspiraciones a cargos congresuales y municipales de cara a las elecciones de mayo del 2016, no se hayan fijado en las condiciones en que se encuentra la vivienda en cuestión, a pesar de que con mucha frecuencia pasan por el lugar a pie y en vahículos.
"Tampoco el Gobernador Provincial Pedro Peña Rubio, las autoridades del Plan Social de la Presidencia y de otras instituciones del Gobierno que ofrecen ayuda a los necesitados, nunca se han fijado en las condiciones desastrosa en que vivo", comentó Carlos.
Dirigentes comunitarios expresan que da pena y verguenza que en un país, donde se facilitan millones de pesos a los partidos políticos para financiar sus campaña electorales, a los senadores y diputados, y se entreguen otros millones a entidades que dicen llamarse Organizaciones no Gubernamentales (ONGs), cuya mayoría sólo existen de nombre y sus representantes (que son unos vagos) disfrutan de una buena vida, hayan ciudadanos que vivan en una casa en tales condiciones.
Estos y otros ciudadanos coinciden en que si los precandidatos inmersos en la actual campaña interna de suorganizaciones políticas, los mismos que distribuyen funditas con escasos alimentos, 500 1000, 1,500 y 2.000 pesos, lámparas para el tendido eléctrico en algunos sectores locales, gastan un dineral en colocación de vallas, afiches, entre otras cosas, deben unirse y reparar la referida casa ates de que se vaya a tierra y aplaste a Carlos.
POR JUAN FRANCISCO MATOS