Vamos a cambiar la forma de reclamar o protestar
Las crónicas noticiosas de cada día están llenas de reclamos, en su mayoría justos. Pero las cosas se están desbordando, no es posible que hasta para exigir el simple nombramiento de un maestro en una de nuestras escuelas se recurra a la violencia y la obstrucción del tránsito, y apedrear vehículos de personas que apoyan o simpatizan con estos reclamos. Para exigir un derecho no es necesario violentar los derechos de los demás, que nada tienen que ver con estas situaciones.
Qué culpa o responsabilidad tiene un ciudadano común de que en una escuela no se nombre un maestro? Cuántas ambulancias quedan detenidas cada día en el país con pacientes en estado grave? Nunca sabremos cuántos han muerto dentro de una ambulancia por esta causa ni cuántos han agravado su estado de salud? Cuántos ciudadanos han perdido sus vuelos a Puerto Rico, Estados Unidos, Europa y a otros países?
Motivos y derechos para reclamar y protestar siempre los ha habido, los hay y habrá, pero los métodos deben cambiar antes de que el caos y la anarquía se adueñen de este país. Los mismos que fomentan estos actos en sus localidades toman de su misma medicina cuanto estos actos se realizan en otras comunidades y ellos se ven transportando a un enfermo o llevando un familiar o amigo a los aeropuertos del país. Reflexionemos, sin dejar de reclamar reivindicaciones por métodos apropiados.
Por Vinicio López