Temporada de Huracanes 2014 y el lago Enriquillo…‏


La temporada de huracanes presente, que culminará el próximo 30 de noviembre, aunque no así necesariamente,  la incidencia de fenómenos atmosféricos desfasados, como en temporadas pasadas, ha siso benévola con la molesta crecida del lago Enriquillo, y los fenómenos que ha traído consigo no han sido productores de mayores cambios en la naturaleza y su estado, en  la región Enriquillo que lo alberga.

Tal es,  la muestra que representa el ahora Huracán Gonzalo que a su paso por la región, derivó sus efectos hacia la parte Norte de la Isla, dejando lluvias importantes y fuertes oleajes principalmente al este y noreste del país Dominicano, el cual, a pesar de ya  adquirió  la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, se aleja de nuestro territorio sin otras amenazas.


El lago Enriquillo, que no ha recibido importantes recargas de sus 73 acuíferos que lo alimentan, tampoco ha visto llegar desde el gigante Yaque del sur, río San Juan y sus afluentes, incluido el desfogue de la presa de Sabana Yegua en la última parte del año 2013 y en todo lo que va del 2014, ha experimentando una reducción de su nivel, de 25 centímetros en sumatoria para todo el año 2013 y 89 centímetros en lo que va del año y temporada  ciclónica del 2014, hasta el mes de septiembre..

Importante respiro ha tomado todo el entorno humano y animal en todo el sector que rodea el mismo, cuando ve que en vez de seguir creciendo a razón de más de un metro por año, como en los más recientes, los ve reducir, con la esperanza de que la cantidad de terrenos tomados del 2007 al 2013, unos cercanos 200 kilómetros cuadrados y bajando de lo que alcanzó en altura, los cuales llegaron a sumar casi los 23 metros lineales hacia el cielo.

Estos resultados alentadores para la nación entera, pudieran  se revertidos con un cambio de actitud de la naturaleza en estos aspectos, de no continuar el gobierno central las inversiones en el sistema completo de derivación de las aguas excedentes del Yaque del Sur y sus afluentes por el Aliviadero de Canoa y la inclusión ahora, de mayores partidas presupuestarias para la construcción eminente e inminente Presa de Monte Grande, soslayando de plano los pìrricos 30 millones de dólares contemplados preliminarmente.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
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