Dr. Jung, quieren destruir la Patria! (2 de 2)‏

Creemos en la Pangea Racial y Espiritual que en un futuro muy, muy lejano unirá pueblos y naciones en una sola Raza, una sola Religión y una sola Bandera... pero hoy, ahora, en esta etapa histórica de nuestro pueblo, debemos preservar nuestra Soberanía, la pura dominicanidad; rechazar el espejismo malsano de adoptar costumbres y panteones de culturas foráneas que tangencialmente incidieron en un momento crítico de la historia dominicana;  los movimientos fusionistas, o peor aún, los que engañan al pueblo con ingenuos subterfugios de “sensibilidad cristiana y social” o se parangonan en una supuesta fraternidad territorial con el fin de unificar pueblos con costumbres, símbolos y valores totalmente diferentes, y aun más profundo; con Arquetipos del Inconsciente Colectivo de naturalezas diametralmente opuestas unos y otros; ¡son los enemigos de la Patria!


Lo más grave aún, es que como culebras venenosas salen de noche de nuestras propias entrañas y reptan en la oscuridad, ¡¡para atacar por las espaldas porque sus iniquidades no aguantan la mirada fija y cristalina de los hombres patrios!!

La Nación más bondadosa de la historia moderna y que ha tendido más la mano hermana al noble y valiente pueblo haitiano, es la República Dominicana; sin embargo, vemos con incrédulo estupor cómo se nos muerde la mano, y la mordida asesina proviene de nuestros propios conciudadanosÖ

Dr. Jung, Ud. nos habló de los Arquetipos... nos dijo que eran vórtices energéticos que nos hablan en el lenguaje de los símbolos... Tan oculto y profundo es el lenguaje de los símbolos que tan pronto intentamos interpretarlos, se alejan de su significado prístino.

¡No!... El símbolo se intuyeÖ se “siente”, se realiza en su totalidad. El sentido profundo de la Patria no se defineÖ ¡se experimenta!

Cuando decimos: “¡¡Qué linda en el tope estás dominicana bandera, quién te viera, quien te viera más arriba mucho más!!”- esa sensación precordial que sentimos; esa admiración inenarrable al verla ondear con solemne lentitud; ese sentimiento que nos enaltece y proyectamos, es percibido por ese Ser que llamamos Patria y quien usa la bandera como ropaje externo.

En ese segundo de éxtasis glorioso nos baña Ella con sus nutrientes efluvios, pues internamente quizás es una Luminosa Presencia de naturaleza incognoscible, y entonces es cuando “sentimos” la belleza, el sentido y la esencia de aquello que llamamos ¡“Patria”!

Patria no es una palabra hueca, es un estado de concienciaÖ un estado que se experimenta con la casi beatífica y devota identificación con ella, con sus valores cristianos y con la defensa sin reparos ni tibiezas de los preceptos constitucionales. Estos valores son las columnas y basamentos de su permanencia como Estado, como una Entidad Viva, con preceptos firmemente establecidos y una Nación con una identidad sólida y ¡¡muy bien definida!!

Hoy día tildamos de “racistas” a los Castillo, o a Doña Consuelo Despradel, y muchos otros dominicanos que han dado la voz de alarma sobre planes internacionales y nacionales contra la Nación dominicana, pero no somos capaces de pensar que ellos podrían tener sus oídos en la historia y sus intuitivos ojos en un peligroso futuro que podría avecinarse en lontananza.

Quizás sienten la presencia de una boca voraz y macabra que abre sus siniestras mandíbulas con intención de devorar, deglutir y aniquilar la Identidad Nacional.

Hoy día nuestra Patria experimenta una CrucifixiónÖ pero no sería esta la primera vezÖ La lanza fratricida empuñada por un “dominicano” o un extranjero, podrá hendir la Cruz Blanca como a Jesús en el Monte de Getsemaní, ¡pero esté Ud. seguro, Dr Jung, que como el Salvador Mundial, si esto sucediese, nuestra Patria resucitará y ascenderá más poderosa y fuerte que nunca, y nuestra Bandera Nacional se yerguerá ondulante, victoriosa e incólume hacia su ignoto destino glorioso, por entre los escombros de los traidores y las iniquidades de los tenebrosos!


MIGUEL ANTONIO FIALLO CH.
El autor es médico
Con tecnología de Blogger.