Chatarras andantes Ponen en peligro a los pasajeros‏


La mayoría de los pasajeros de la capital son transportados en chatarras que ponen en peligro sus vidas y contaminan el ambiente. Cerca de dos millones de pasajeros se trasladan diariamente a los centros de trabajo y estudios en carros, autobuses y minibuses destartalados, sin cristales, con las gomas lisas, sin espejos retrovisores, sin limpiavidrios , con dificultades para frenar y, en muchos casos, sin placa, entre otras carencias. Con una frecuencia que espanta, los carros del transporte urbano transitan con la placa de un camión o de una motocicleta.


Tampoco ya nadie se sorprende de encontrarse con un concho con las puertas azules, el baúl verde y el bonete rojo. La situación es tan grave que cuando llueve se reduce drásticamente la oferta de vehículos del transporte de pasajeros en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.

En algunos casos, cuando llueve, el chofer tiene que detenerse para buscar un cartón y cubrir las ventanas del vehículo ya que carecen de cristales. En las noches, muchos choferes tienen que guardar sus unidades, porque carecen de luces.

Los frenos de muchos vehículos no resisten la lluvia y terminan averiados en cualquier punto de la ciudad.
La estudiante de Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Francisca Javier contó que abordó un concho en la avenida Tiradentes y tuvo que regresar a su casa sin llegar a su destino, porque el asiento estaba roto y rompió su ropa.

Otras personas terminan con rasguños en la piel, con la ropa mojada o sucia.
Con frecuencia, cuando un pasajero llega a su destino, el conductor tiene que desmontarse para abrirle la puerta, porque sólo él conoce el “truquito”.

Al deterioro físico de los vehículos se suma la sobrecarga de pasajeros.

Con el afán de ganar más dinero en cada viaje, los choferes llevan pasajeros colgados en las puertas de los autobuses y los minibuses, quienes corren el riego de caer al pavimento y perder la vida o quedar con algún miembro mutilado.

En los conchos, los choferes transitan con dos personas en el asiento delantero y cuatro en el trasero, en violación a la Ley 241, sobre Tránsito Terrestre.

El artículo 178 de esa legislación establece que “Todo pasajero de vehículo de servicio público tiene derecho a viajar segura y cómodamente, sin que a nadie le sea permitido desconocer o menoscabar este derecho”.

El artículo 105 indica que ningún vehículo de motor podrá transportar un número de pasajeros mayor al indicado por la matrícula.

En el 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que en República Dominicana ocurren 41.7 accidentes de tránsito por cada 100,000 habitantes, una de las más altas del mundo.

Los fallos mecánicos de los vehículos y las imprudencias de los conductores son responsables de que miles de personas mueran o queden mutilidadas a causa de los accidentes de tránsito año tras año..
No obstante, ninguna autoridad les impide cometer esas irregularidades que convirtieron en el transporte de pasajeros en caótico e inseguro.

La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) posee estadísticas sobre el número de vehículos que integran el parque vehicular del país, los colores, las marcas, los años de fabricación, a quiénes pertenecen y hasta cuándo obtuvieron la primera placa.

Sin embargo, esa dependencia recaudadora carece de un registro sobre el nivel de deterioro de esas unidades, que impida otorgarles la placa que les autoriza a circular.

El director de Tránsito Terrestre del Ministerio de Obras Públicas, ingeniero Luis Estrella, dijo que este año esa dependencia negó la revista a unos 125 mil vehículos, debido al deplorable estado de deterioro que presentaron al momento de la inspección. Sin embargo, esos vehículos circulan por las calles de Santo Domingo.

“Hay una cantidad de vehículos circulando sin revistas o con revistas falsas”, dijo Estrella.

Una publicación reveló que el 34 por ciento de los 3.2 millones de vehículos de motor registrados en la DGII, circulan por las calles sin estar asegurados, o sea 2 millones.

Esos casos evidencian que las autoridades carecen de control en un área vital para el desarrollo del país, porque venden placas y seguros a vehículos sin tomar en cuenta sus desperfectos mecánicos y el deterioro de la carrocería.

UN APUNTE
Buen estado de unidades

La Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT), que regula  el transporte interurbano, dijo que ese sector tiene un parque vehicular de 1,600 minibuses y autobuses y que  está en perfectas condiciones físicas. Indicó que esa flotilla es propiedad de las empresas Metro, Caribe Tours, Transporte Espinal, Tenguerengue y otras. Dijo que sus  supervisores  realizan operativos sorpresa e impiden la operación de esos vehículos en estado de deterioro, por la peligrosidad que representan para los pasajeros que se desplazan por las carreteras y las autopistas del país y la competencia del negocio es reñida.

POR PILAR MORENO / EL NACIONAL/
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