En cada jornada comercial que se realiza lunes y viernes se mueven cerca de 125 millones de pesos‏


EN DAJABÓN: Norma Santana tiene un día fijo cada semana para comprar ropa y otros artículos en el mercado fronterizo de esta provincia.Los bienes que adquiere no son necesariamente para ella, sino para ofrecerlos a un conjunto de clientes en su pueblo natal de la provincia Espaillat. La inseguridad que pueda existir en el mercado y el cansancio que le genera el recorrido y el largo viaje no son un impedimento para Norma, al final la actividad le deja beneficios, según expone.

La última vez que Norma acudió a la zona de Dajabón-Ouanaminthe la actividad comercial no era distinta a otros días y la informalidad estuvo como siempre.


Cientos de personas, tanto del lado de Haití como del lado dominicano, se movían de un lugar a otro con cargas de distintos productos, entre ellos: comestibles, bebidas alcohólicas, ropa y juguetes que pueden conseguirse por debajo de los precios establecidos en el mercado formal.

Productos como plátano, arroz, habichuelas, arenque, jugos, pastas y embutidos son comprados en grandes cantidades para ser transportados al territorio haitiano, en una ambiente de competencia y cúmulo de personas. Esa forma de comercializar impide a las autoridades tener un control absoluto del movimiento del mercado, sobre todo por el crecimiento de áreas que formalmente no han sido asignadas para la venta, pero que ocupan los alrededores.

La gran cantidad de haitianos que cruza al territorio dominicano para participar del intercambio comercial lo hace para adquirir rubros que luego pueden re-vender a sus compatriotas. Eso hace que la actividad se congestiones más.

A pesar de esa dinámica, “en el mercado hay de todo”, asegura el alcalde de Dajabón, Miguel Tatis, quien llegó a esa posición a través del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Indica que a pesar de lo irregular que resulta el mercado y las ilegalidades que ocurren, la plaza donde se desarrolla ofrece ventajas y beneficios tanto para quienes compran como para quienes ofertan.

El funcionario plantea que los inconvenientes de inseguridad del mercado podrían eliminarse con la ampliación que se tiene planificada, con el financiamiento de la Unión Europea. Dijo que para completar este proceso, el Gobierno compró 4,000 metros cuadrados de terrenos, contiguos al local del mercado actual. Según Tatis, el espacio actual destinado para el mercado resulta pequeño para la gran cantidad de comerciantes que asiste los días lunes y viernes de cada semana.

Según el edil, los inconvenientes que se suscitaron hace meses a raíz de la sentencia 168-13 no influyen ya negativamente en el “día a día” del mercado binacional ni en sus operaciones.

La sentencia que refiere Tatis fue la “TC/0168/13”, dictada el 23 de septiembre de 2013 por el Tribunal Constitucional, que determinó que a los hijos nacidos en el país de padres extranjeros en tránsito no les corresponde la nacionalidad dominicana. La sentencia había provocado reacciones desde Haití que repercutieron, incluso, en el ámbito comercial Eso quedó resuelto luego por vía del reglamento de la Ley 169-14, sobre Naturalización, dado en República Dominicana.

Comportamiento de lo avícola

En el mercado, el equipo de elCaribe que visitó el lugar observó que hay venta de pollos y huevos (productos avícolas), aunque no con la magnitud de otros tiempos. Pollos y huevos han estado impedidos de entrar al territorio haitiano en ocasiones por las autoridades sanitarias de ese país. El argumento dado ha sido que se buscaba evitar la entrada de virus como la influenza aviar. República Dominicana demostró en diversas ocasiones que no posee la presencia del mismo.

A final de la semana pasada las autoridades del Ministerio de Salud Pública de República Dominicana mantenían un sistema de lavado de los neumáticos de vehículos que entran desde Haití.


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