Reflexiones desde la academia‏


El próximo 27 de Agosto, en el Auditórium Manuel del Cabral,  sucederá algo  sin precedente, algo  que debió ser una rutina obligada y natural del devenir institucional de la UASD al concluir una gestión. El pasado Rector,  Maestro Mateo Aquino Febrillet, presentará un documento en formato de libro con las memorias de los tres años que le tocó dirigir la Universidad Autónoma de Santo. Este evento académico-institucional dará la oportunidad de pasar de la especulación, las conjeturas y sospechas, al dato y las evidencias, con lo que la evaluación y las críticas a su gestión estarán determinadas de forma razonables, por juicios ciertos  con asideros en los hechos.


Los que este día a las 10 de mañana estemos en ese lugar, lugar que debe constituirse en la

Catedral del debate intelectual sano, tendremos el privilegio de tener un ejemplar del libro y, lo que no asistan, tendrán también, si así lo entienden, la oportunidad de adquirirlo. Es la oportunidad anhelada en la  UASD para debatir con la altura propia de la investidura de académicos en un lugar excepcional como lo es la institución universitaria, que tiene por único

objeto la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la ciencia.

Toda aprensión y reservas sobre la gestión de Mateo, tendrán en este evento la necesaria catarsis de dudas, insatisfacciones, indignación o conformidad con la valoración ya adelantada sobre su gestión. La Radiografía presentada  en el texto, que se pondrá a circular, “defensa apropiada de la UASD”; nos abre la puerta a un debate para probar las debilidades y vicios que  deben ser desterrados de la Vida Universitaria y, las virtudes de una gestión que deben ser incorporadas  al patrimonio académico-institucional como legado de desarrollo.

La academia debe estar impulsada por la fuerza del pensamiento, la fuerza de sus ideas o lo que la razón moderna llama conocimiento científico. Antes de apelar a la visión clásica griega sobre el eros, quiero citar a John Locke cuando en su Compendio sobre el Entendimiento  Humano nos hace comprender que: “la distancia entre dos puntos de duración la llamamos tiempo”.  La distancia trascurrida entre la gestión de Franklin García Fermín  e Iván Grullón Fernández; esa duración en devenir, entre uno y otro, constituye  el tiempo de Mateo Aquino Febrillet.

Esta oportunidad de debatir como debe ordenar el sentido académico, hagámoslo  con los ojos críticos y la perspicacia del mundo universitario que nos lega Eros. Concluyo mis comentarios sobre “Reflexiones desde la Academia”, con las anotaciones del Atlas de Filosofía sobre Eros:

“Eros era una fuerza primordial de la  naturaleza, el principio de la armonía universal que en el ámbito físico pone en conexión la materia formando los objetos, en el ámbito social une a los ciudadanos entre sí permitiendo el nacimiento de la ciudad, y en el ámbito psicológico vincula a los individuos suscitando la amistad y el amor.”

Ojala resurja Eros en la UASD!!!

Artículo enviado



Con tecnología de Blogger.