Fuimos a protestar por los abusos de Israel, y abusaron de nosotros, pero no desistiremos
Mantenernos callados ante los abusos que comete Israel contra el pueblo Palestino es una forma de complicidad con ese genocidio que ya ha costado la vida a miles de niños, mujeres y hombres asesinados de manera cobarde e indiscriminada. Crimen que aun continua, y todos los días suma más víctimas a esa larga lista.
Israel habla de “terrorismo”, cuando ellos son los principales terroristas. Lanzan misiles contra ciudades y atacan escuelas con tanques de guerra. Ese comportamiento debe ponernos en alerta. El hecho de que un país se sienta con la impunidad de hacer ese tipo de cosas, apoyado siempre por los Estados Unidos, es un mal presagio para la humanidad.
Este jueves un grupo de personas fuimos a la Embajada de Israel, a mostrar nuestra solidaridad con la resistencia Palestina y el repudio a la violencia, y nos tocó vivir una muestra del abuso israelí.
Tropas especiales de la Policía Nacional (SWAT), armadas de ametralladoras fueron apostadas frente a manifestantes por completo indefensos y en total postura pacifica. También pusieron un cerrado cordón policial frente a nosotros para que los vehículos que transitan por esa avenida no pudieran ver los carteles con fotos de la masacre, violándonos así nuestro derecho a la libre expresión.
Enviar tropas de ese tipo, entrenadas para matar, es un abuso de poder, es una irresponsabilidad de parte de la Jefatura de la Policía. No es de extrañar tratándose de un Estado Genocida como lo es Israel, pero que la Policía Nacional se preste para poner en amenaza al pueblo al que está llamada a defender, eso sí es preocupante.
Esto es una muestra del servilismo a los Estados Unidos por parte de nuestras autoridades. Por un lado el gobierno caya ante los abusos de Israel, y por el otro dispone de las tropas mejores armadas para intimidar a manifestantes que piden paz. Si eso no es mostrar apoyo a Israel, entonces no se que lo será.
El próximo jueves a las 5:00pm volveremos frente a la Embajada de Israel, a decirles en la cara lo que son: unos genocidas abusadores. Si alguien entiende que poco hacemos con ir a pedir paz, menos hacen los que se quedan de brazos cruzados.
Por Claudio A. Caamaño Vélez