El político italiano que llamó orangután a una ministra dice sufrir una maldición
EN ITALIA: El vicepresidente del Senado de este país y dirigente de la Liga Norte, Roberto Calderoli, que insultó gravemente a la exministra de Integración, Cecile Kyenge, al compararla con un orangután, dice ahora que sufre una maldición.
Calderoli, ministro de Simplificación Normativa con el Gobierno de Silvio Berlusconi entre 2008 y 2011, soltó un discurso racista contra Kyenge, nacida en la República Democrática del Congo, ante los asistentes a un acto de la Liga Norte en Treviglio, cerca de Milán, en julio del año pasado.
"Me encantan los animales, los osos, los lobos, como todo el mundo sabe, pero cuando la miro, me viene a la cabeza un orangután", aseguró en aquella ocasión.
Ahora, el controvertido senador acusa al padre de Kyenge de haberle lanzado una maldición, mediante un rito Macumba, que estaría detrás de las desgracias que -según él- lo azotan desde hace un año. El supuesto rito fue desvelado por la revista Oggi, en un vídeo exclusivo.
Dice Calderoli que quiere enviar un mensaje conciliador a Kyenge y a su familia después de que haya pasado seis veces por el quirófano, estado dos veces en reanimación, una vez en cuidados intensivos y muriera su madre.
Y es que al Vicepresidente del Senado de Italia nadie le saca de su convencimiento de que tras su males está "el Macumba que me hizo el padre de Kyenge".
Por esta razón, el representante de la Liga Norte ha solicitado a Kyenge y su padre la retirada "del ritual que me hizo", según cuenta en una entrevista concedida al semanal Oggi, que se publicará este jueves.
¿Os parece normal una serpiente de 2 metros en la cocina de una casa en el centro? escribió Calderoni en su facebook
En dicha entrevista, Calderoli enumera algunas de las desgracias que achaca a la maldición que sufre, destacando el hallazgo de una serpiente de dos metros en la cocina de su casa.
Para el bocazas de Calderoli no hay más razón para sus males que un supuesto rito llevado a cabo por Clemente Kyenge y los demás habitantes de su aldea de Katanga (Congo), que rezaron para "expulsar al espíritu que impulsó a Calderoni al insulto".
La justicia sigue en marcha
Ante las declaraciones, la que ha salido al paso ha sido la propia insultada: "Me pregunto qué religión profesa Calderoni. Soy católica, así que no creo en muchas otras prácticas o rituales (...) para mí no existen estas cosas", ha declarado una más que cansada Cecile Kyenge.
Lo que parece claro es que la nueva actuación de Calderoli no le va a salvar de la investigación que mantiene abierta la Fiscalía de Bérgamo, que considera que puede haber cometido un delito de ofensas con agravante de odio racial por su insulto a la exministra.
El fiscal Francesco Dettori no se tomó el asunto a broma, y abrió el procedimiento tras la denuncia presentada por la Codacons, coordinadora de asociaciones para la Defensa del Medioambiente y de los Derechos de Usuarios y Consumidores (Codacons) tanto en Roma como en Bérgamo.
Este coordinadora había pedido que se investigara si de las declaraciones de Calderoli pudieran deducirse delitos tales como "daños al orden público y a la dignidad humana" e incluso "instigación al odio racial e injurias a una institución constitucional".
Bocazas profesional
Roberto Calderoni (Bérgamo, 1956), de formación dentista, ministro en el segundo gobierno de Berlusconi, y vicepresidente del Senado de la República Italiana, es basicamente un bocazas, en el estricto sentido del término: Persona que habla más de lo que aconseja la discreción.
En 2004, siendo ya vicepresidente del Senado, propuso expulsar de Italia a 1.000 musulmanes por cada día de secuestro de unos italianos en Irak.
En concreto, Calderoli pidió aplicar "la Ley del Talión, que es una ley cruel pero es la única que entienden estas bestias criminales", tras el asesinato de Fabrizio Quattrocchi, uno de los cuatro italianos secuestrados por un grupo autodenominado Brigadas Verdes de Mahoma.
No tardó mucho en volver a meter la pata, así que en 2006, tras ser invitado a un programa de TV, decidió llevar una camiseta con la caricatura de Mahoma, la misma que había desatado la ira de los musulmanes contra un caricaturista danés. Y todo por hacerse notar.
En 2007, Calderoli decidió dar rienda suelta a su islamofobia al atacar al entonces ministro Beppe Pisanu, por no emplear 'mano dura' contra los inmigrantes tras las protestas por el cierre de la mezquita de Viale Jenner en Milán.
La solución que propuso Calderoli fue que las patrulleras de la Armada italiana dispararan a las pateras y barcos sin autorización que se acercaban a la costa llenos de inmigrantes.
Otra de sus luminosas ideas fue proponer la celebración de un festival gastronómico a base de carne de cerdo, para desalentar a la construcción de nuevas mezquitas en Italia.
Para rematar su estulticia, Roberto Calderoli se dispara al pie, como cuando criticó su propia Ley Electoral, aprobada en 2005.
A la pregunta de qué le parecía la nueva norma, respondió tajante: "La legge elettorale? L'ho scritta io, ma è una porcata" (¿La ley electoral? La he escrito yo, pero es una porquería).
Gracias a esa declaración, la ley ha pasado a llamarse legge Porcellum entre los italianos. /Fuente: lainformacion.com/.
POR MANUEL GIL