ARTÍFICES DE UNA INSTIRUCION QUE DESAPARECE: Ruth Lajara de Reyna y José Erasmo Reyna
En un boceto biográfico sobre Doña Ruth Lajara de Reyna escrito en el año 2002, Don Hernán González Roca reseña datos sobre diferentes aspectos de la vida de ella y de Don José Erasmo Reyna. Algunos de tales datos fueron rectificados por el Licdo. Samuel Antonio Féliz Román, cuya relación con esta pareja y su obra se consigna en la obra BARAHONA Y SU GENTE: un enfoque cultural.
Perteneciente a una familia cristiana, Ruth Lajara fue líder prominente de su congregación, la Iglesia Evangélica Dominicana, en su ciudad natal La Romana. Allí se destacó en el trabajo que realizaba, ofreciendo su colaboración en la Escuela Dominical, el Coro y la Sociedad de Jóvenes. Su liderato local se convirtió en nacional, cuando en 1945 fue elegida presidenta de la Asociación de Jóvenes de la Iglesia Evangélica Dominicana, segunda en ocupar el cargo. En sus años de juventud se graduó de dos bachilleratos y tuvo alguna experiencia en el magisterio en la escuela primaria.
A mediados de 1945 llegó al país procedente de Cuba José Erasmo Reyna, recomendado por el Dr. Eward E. Odell, Tesorero de la Junta para Servicio Cristiano, a fin de que la Iglesia Evangélica Dominicana le diera la oportunidad de prepararse para el pastorado, tras haber sido rechazado por su propia iglesia en Cuba. Erasmo Reyna fue asignado como Asistente del Reverendo Diego Escobar en La Romana, donde colaboró en los menesteres pastorales y donde conoció a Ruth Lajara.
Erasmo y Ruth se amistaron y se enamoraron, realizando la unión de sus vidas mediante el matrimonio el 23 de octubre de1946. En el mismo año se trasladaron ambos a Ciudad Trujillo, donde Erasmo fue designado Asistente del Dr. Barney N. Morgan, Superintendente de la Misión y Pastor de la Primera Iglesia de la Capital. Allí se matriculó en la Universidad de Santo Domingo, en la cual realizó los estudios correspondientes a la Licenciatura en Filosofía. Los esposos Reyna-Lajara procrearon a Cachiro, Juanita, David y Carlos Manuel.
Mientras Erasmo Reyna realizaba sus labores pastorales y de estudios, su esposa Ruth era muy activa en las labores que se realizaban en la iglesia. Se destacó en la Visitación, la Escuela Dominical y la Sociedad de Damas. Terminados los estudios de Filosofía a mediados del 1949, los Reyna fueron enviados a Cuba para Erasmo cursar estudios correspondientes al Bachillerato en Teología en el Seminario Evangélico de Matanzas.
En octubre de 1952, durante la Quinta Convención de la Asociación de Damas de la Iglesia Evangélica Dominicana celebrada en La Romana, Doña Ruth fue elegida Presidenta de la misma, convirtiéndose así en la única persona en esa iglesia en presidir las dos asociaciones que posee. Asignados a la Iglesia de Barahona en ese mismo año, realizaron una meritoria y encomiable labor que alcanzó no sólo a los miembros de la congregación, sino a toda la comunidad y bajo su pastorado se terminó en 1957 la construcción de la edificación que aloja el templo evangélico de esta ciudad de Barahona, hacia donde se trasladó la congregación desde una casa alquilada donde funcionaba.
El ministerio de los esposos Reyna-Lajara en Barahona se vio truncado repentinamente en 1959 cuando, mientras predicaba en el templo, Don Erasmo fue compelido a abandonar el país en un plazo de 48 horas, a causa de su manifiesta simpatía con el régimen revolucionario de Fidel Castro, más las quejas por él externadas contra el régimen dictatorial de Trujillo en nuestro país. Al término de un mes se marcharon hacia Cuba y tiempo después emigraron hacia los Estados Unidos, radicándose en Newark, New Jersey, donde pastorearon la Iglesia Presbiteriana. Radicados desde ese mismo año en New York, dirigieron la Iglesia Presbiteriana de Washington Heights hasta 1977, cuando Erasmo fue pensionado por razones de salud, radicándose en Woodbridge, New Jersey. De ahí se trasladaron al sector de Hialeah en Miami, donde se produjo la muerte de Don Erasmo a la edad de 80 años.
El impacto más sobresaliente del Ministerio de los Reyna en Barahona fue la fundación en 1952 del Colegio Barney N. Morgan, meritoria institución educativa que entregó en la sociedad barahonera y al país una pléyade de jóvenes quienes en sus aulas cursaron los estudios primarios y el bachillerato, siendo muchos de ellos ya profesionales, personajes sobresalientes, motivo de honra para la comunidad y para el país, haciéndose realidad el sueño de Doña Ruth de dotar a Barahona de un centro educativo en el cual se impartieran al mismo tiempo la educación secular y la formación moral y cristiana.
Pendiente Doña Ruth del colegio Barney N. Morgan, al corriente de sus altas y sus bajas, le llevaba en sus oraciones. De cuando en cuando enviaba alguna ayuda y realizó varias visitas a fin de darle seguimiento a su más grande obra. A mediados de abril de 2002 llegó a su fin la vida de Doña Ruth y, complaciendo su última voluntad, sus restos mortales yacen en la parte frontal del colegio que fundó y que tanto amó.
/ AUTORA: ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ, QUIEN NOS ENVIÓ SU IMPORTANTE TRABAJO/