Una tribu aislada del Amazonas toma contacto con un grupo de científicos brasileños‏


EN SAO PAULO:  El Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (FUNAI) anunció la semana pasada que una tribu indígena aislada del Amazonas, que nunca había tenido contacto con el mundo civilizado, había establecido contacto con un grupo de científicos del gobierno de manera pacífica. Esta tribu se encontraba en el estado de Acre.


Este contacto, el primero desde 1996, no fue del todo inesperado. Desde principios de junio varios habitantes de la región avisaron a las autoridades brasileñas de que un grupo de 35 indígenas habían atacado sus cultivos para intentar robar machetes y otras herramientas.
En vista de que podrían ocasionar problemas, desde FUNAI enviarion un grupo de especialistas a la zona, incluido personal médico y el antropólogo

brasileño José Carlos Meirelles, asesor en asuntos indígenas del gobierno de Acre.

Desde 1987, FUNAI había mantenido una política de no-contacto con las tribus, excepto en los casos en que consideraban que la superviviencia de los indígenas estaba en peligro.

Todavía no se tiene claro que motivó a las tribu abandonar el curso superior del río Envira. El equipo de FUNAI debe identificar el lenguaje de la tribu para poder comprender su historia.

Los funcionarios sospechan que migraron desde un gran área localizada en Perú a 300 kilómetros de distancia. En esa zona los madereros ilegales han construido carreteras y campamentos para poder talar el valioso caoba. La tala es selectiva pero las maquinaria pesada utilizada no permite que los indígenas cacen, su principal fuente de alimentación.

Como publicaba GeoJournal en 2011, el tráfico de cocaína también está invadiendo las áreas protegidas en las que viven las tribus indígenas. Los traficantes han establecido campamentos para hacer la pasta de cocaína y utilizan los senderos migratorios tradicionales de las tribus para llegar a los afluentes de los río y así transportar su producto.
Los riesgos del contacto con la civilización

La decisión de la tribu de trasladarse y tomar contacto con el mundo exterior los hace vulnerables. La civilización puede amenazar la superviviencia de los indígenas, debido a que pueden sufrir enfermedades cuyo sistema inmunitario no puede afrontar.

La selva amazónica tiene la mayor concentración del mundo en tribus aisladas. Tan solo en la zona brasileá tiene al menos 70 tribus, según publica FUNAI. Todas estas tribus han tenido contacto con el mundo exterior, en especial durante el auge del comercio de caucho en Brasil a finales del siglo XIX y principios del XX.

Muchas tribus huyeron a lugares del Amazonas más remotos y cortaron cualquier contacto con el mundo civilizado.

La prioridad ahora debe residir en preve


nir la transmisión de enfermedades poniendo en cuarentena la zona, evitando que las personas que corren un mayor riesgo de infección entren en contacto con el personal investigador.

El destino final de la tribu dependerá del gobierno brasileño, ya que en su mano está proporcionar seguimiento a largo plazo y asistencia médica, así como una parcela de tierra propia donde establecerse.
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