Las oportunidades valen más que el oro
Barahona, como cualquier ciudad pequeña, tiene buenos y “malos” periodistas, negarlo sería como negar que el sol dé luz y calor. Cuando escribo “periodista”, me refiero aquel que haya estudiado la carrera en un centro educativo superior o la haya ejercido a través de muchos años que hasta el mismo Colegio de periodistas, lo reconoce en su colectivo como profesional del oficio y son corresponsales de medios nacionales.
Mantenerse como corresponsal de noticias hoy día es una heroicidad, porque trabajar para algunos medios informativos nacionales, no es un mango bajito. Los requisitos son bastante exigentes y estresantes (que ponen en riesgo la vida del corresponsal), y porque algunos solo pagan una “chilata” de salario que no alcanzan ni para cubrir la gasolina del vehículo.
Aparte de estar comprometido con la verdad, uno de los requisitos más importantes del corresponsal de noticia es, hasta donde pueda ser posible, estar siempre informado de todo cuanto acontece en la provincia. El corresponsal está obligado a buscar, seleccionar, procesar, interpretar y difundir las noticias que puedan ser de interés general para la ciudadanía.
Ser corresponsal tiene sus limitaciones, no son dioses, por ejemplo, no puede estar en todos los lugares al mismo tiempo, entonces recurren a otros medios para obtener noticias frescas y de fuentes segura. Una de esas fuentes son los blogs, una realidad con la que hay que lidiar, porque muchas de esas bitácoras guían al corresponsal hacia la pista de una historia interesante o una buena noticia.
El corresponsal puede investigar sobre un suceso que leyó en un blog, apersonarse al lugar donde ocurrió el hecho, realizar entrevistas cara a cara y luego procesar y elaborar su propia noticia. Al hacer esto el corresponsal no está “robando” la noticia de nadie, porque las noticias no tienen dueños, son un bien social, y efímero en un mundo cada vez más globalizado, que debe ser divulgadas para que cumpla su cometido entre las persona o en la comunidad.
Ahora bien, si esa noticia fue copiada de manera integra de un blog (párrafos e imágenes completo), lo correcto es que el corresponsal de noticia debería darle el crédito al blog que originalmente ofreció la información.
Copiarlo y acreditárselo como propio, sin indicar claramente la fuente, no es ético, además le falta el respeto a los lectores y, si el medio que lo contrató llega a saberlo, podría perder su confianza y tal vez el empleo.
Ahora bien, si el corresponsal le dio su crédito al medio, el bloguero no debe estar lloriqueando, mucho menos llamar al corresponsal para advertirle que no le “robe su noticia” porque si ese medio se encuentra en los servidores de Wordpress o Blogger hay una política muy clara al respeto.
Plataformas como Blogger son comunidades para expresar ideas, promover el debate público, denunciar problemas comunitarios y otros, que pueden ser distribuidos o copiados por otras personas siempre y cuando se indiquen los créditos. Algunos blogueros se amparan en la licencia Creative Commons para “blindarse” legalmente contra plagios o uso indebido de su propiedad intelectual.
La reproducción de una noticia no se equipara con la reproducción de una obra literaria. En este sentido, nuestra Ley de derechos de autor, la Ley 65-00, es muy clara en sus artículos 33, 34 y 35 que considera lícita la reproducción de noticias, reportajes, informaciones periodísticas siempre y cuando indiquemos la fuente.
Por tal motivo, el corresponsal noticioso debe dominar su profesión y estar siempre informado. Seguir “pistas”, “olfatear” una noticia e investigarla, es su obligación, porque si no, le pasará como al sacerdote del cuento aquel que perdió una “oportunidad” por no conocer el Evangelio de Lucas.
Estaba un sacerdote conduciendo su vehículo hacia su parroquia y en la carretera se encuentra con una monja conocida.
Detiene el vehículo y le dice: - Madre, suba que la llevo al convento. La monja sube y se sienta en el asiento del copiloto.
Hace un cruce de piernas y el hábito se le abre un poquito y se le ve la pierna.
El padre se le queda mirando y sigue conduciendo. Al rato le toca la pierna y la monja le dice:
- Padre acuérdese de Lucas 11:9-10. El Padre le pide disculpas y sigue conduciendo.
Al rato otra vez le toca la pierna y la monja le dice:
- Padre, acuérdese de Lucas 11:9-10. El Padre se excusa diciendo:
- Perdóneme, Hermana, pero, sabe, la carne es débil.
Después de un rato la monja se baja y el Padre llega a su parroquia y se va rápidamente a buscar en la Biblia, Lucas 11:9-10.
Encuentra el Evangelio de Lucas 11:9-10 y lee: "Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla" .
Moraleja del cuento:
"Siempre debes estar bien informado, porque si no, puedes perder oportunidades que valen oro."
POR JUAN PEREZ HEREDIA