La querella contra el periodista Teuddy Sánchez: Un mamotreto jurídico:
Por: Praede Olivero Féliz
El derecho, técnica o ciencia, obliga a todos los que hacen uso de sus herramientas a tener los conocimientos mínimos de la materia y más si tratan temas tan serios como la libertad de expresión y difusión del pensamiento, columna básica de la democracia en la República Dominicana y el mundo.
Acontece que en Barahona, Teuddy Ariel Sánchez, periodista de profesión, dueño y director del periódico digital Ecos del Sur, corresponsal de varios medios de comunicación y especialmente de los periódicos Hoy y el Nacional ha sido acusado de difamación e injuria por la señora Ana Bartola Acosta Herrera de Matos, basada en una publicación de una nota de prensa policial y judicial.
La querellante respondió la nota y Teuddy Ariel Sánchez la envió al periódico, el cual la publicó para satisfacción de la querellante, sin necesidad de intimación, no obstante esto, encontró un consejo jurídico equivocado para querellarse y demandar civilmente.
Lamentable y criticable la decisión y más si tomamos en cuenta que otros periódicos hicieron la misma publicación, no publicaron la nota de ella, ni mucho menos réplica, lo que denuncia una persecución, una retaliación contra Teuddy Ariel Sánchez, que no podemos permitir, ya que es un atentado a la libertad de expresión y difusión del pensamiento en la República Dominicana.
Ahora bien, observando técnicamente el proceso, tanto en los aspectos de forma como de fondo, podemos hablar de un desconocimiento abismal de la Constitución, el Código Penal, la Ley 6132 sobre Expresión y difusión del Pensamiento y el Código Procesal Penal, que en principio llevó a la suspensión de la primera audiencia para que la querellante regularice la notificación de la querella y el expediente para garantizar el derecho de defensa del imputado, no sin antes lidiar con el juez que había rechazado el pedimento, acogiéndolo en un recurso de oposición con tonos muy elevados en una sala repleta de público.
Dando unos toques a otros aspectos de la querella, esta no identifica adecuadamente a las partes y maneja el falso nombre, sobre lo cual hay bastante doctrina y jurisprudencia, violenta las disposiciones del artículo 32, sobre la acción privada, 267 sobre la querella y 294 sobre la acusación del Código Procesal Penal, los artículos 6, 68 y 69 de la Constitución de la República, sobre garantías constitucionales, derecho de defensa, debido proceso y nulidad de actos contrarios a la Constitución, el artículo 367 del Código Penal, sobre difamación e injuria.
Quien tenga la oportunidad de de leer ese adefesio jurídico llamado querella verá que las partes no son identificadas correctamente, no hay formulación precisa de cargos, no se dice que se va a probar con las supuestas pruebas, no se solicita declaratoria de culpabilidad y sin embargo se pide condena, se coloca el periódico como imputado, no se le trata como una razón social que es, sino como una persona, entre otros errores garrafales.
La querella no tiene que ver con el Código Penal, tomado como base de la misma, ha debido ser con relación a la Ley 6132 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento, frente a la cual tampoco existe ninguna violación, conforme a la ley, la doctrina y la jurisprudencia, nacional, francesa y de otros países. Este sólo hecho debió llevar al juez a declarar inadmisible de oficio la querella, sin necesidad de fijar audiencia, ni de molestar al periódico Hoy, ni a Teuddy Ariel Sánchez.
Frente a esta barbaridad es que unos abogados, un periódico, una líder comunitaria y un periodista, se encuentran en un tribunal, en un triste y deprimente espectáculo, con a penas pequeñas luces, donde perdemos tiempo, sin posibilidades legales de sobrevivir en un estado de derecho.
Hemos clamado por la solución a este caso entre las partes, al margen de los tribunales, personalidades y entidades se han sumado a ese esfuerzo, pero parece que el odio y el rencor rondan el caso, exponiendo a una contra demanda a la querellante, ya que saben que están en un callejón sin salida, pues la querella contra hoy y Teuddy es un mamotreto jurídico.