Miles de niños que cruzan ilegalmente la frontera podrán quedarse en EE UU‏


EN ESTADOS UNIDOS: A pesar de que la Casa Blanca ha advertido que los miles de menores inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera en los últimos meses acabarán siendo deportados, expertos y miembros de la Administración Obama reconocen que el sistema de inmigración actual les permite comenzar una vida en Estados Unidos.

“¿De verdad van a deportar a un niño de cinco años?” Esta es la pregunta que se puede hacer cualquiera que siga la crisis que sufre Estados Unidos a raíz de la masiva llegada ilegal de menores no acompañados. Esta semana la planteó el congresista republicano Peter King durante una de las audiencias celebradas en la Cámara de Representantes al respecto.


La respuesta es un complejo entramado legal que implica a varios departamentos del Gobierno federal de Estados Unidos, un sistema de inmigración obsoleto y una ausencia de recursos económicos y logísticos para responder a la llegada de 52.000 inmigrantes indocumentados en los últimos ocho meses.

La insistencia de King puso nervioso al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, encargado de explicar ante el Congreso la respuesta a esta crisis. El gobierno de Barack Obama se ha esforzado en reiterar el mensaje de que ningún menor que llegue de forma ilegal al país podrá beneficiarse de las medidas ya aprobadas, como el retraso de las deportaciones de estudiantes sin papeles, o de las que están siendo estudiadas como la reforma migratoria. Para ello Obama incluso envió a su vicepresidente, Joe Biden, a Guatemala, a realizar la advertencia in situ y ante los presidentes y altos representantes de la región centroamericana que es la principal fuente del inquietante flujo migratorio.

¿A dónde han ido a parar esos más de 52.000 niños interceptados en la frontera? ¿Cuántos han sido ya entregados a un familiar en Estados Unidos?

Pero el ejecutivo demócrata elude dar una respuesta directa cuando se le pregunta si efectivamente va a deportar a los niños que ya están en Estados Unidos. ¿A dónde han ido a parar esos más de 52.000 niños interceptados en la frontera? ¿Cuántos han sido ya entregados a un familiar en Estados Unidos? Y, sobre todo, ¿cuántos de ellos se han presentado ante un juez de inmigración o han sido ya efectivamente deportados? El Gobierno no da cifras. Y responde con muchas evasivas acerca de su futuro.

La legislación estadounidense contempla diferentes condiciones para los indocumentados de México y Canadá, a los que puede devolver a los inmigrantes que intercepte en su frontera. Sin embargo, en el caso de los sin papeles de otras naciones, debe iniciar un proceso que comienza con su detención durante un máximo de 72 horas en instancias de la Patrulla Fronteriza -dependiente del Gobierno federal- para después ser entregados a la Oficina del Refugiado y Reasentamiento.
Con tecnología de Blogger.