Johnny Ventura: ¿qué pasó con el merengue? (1)
EN CAP CANA, BÁVARO: A Johnny Ventura parece que se le inflama la glándula del "telodije". Según cuenta, él vio cómo comenzaba a ocurrir el deslave que ha llevado al merengue hasta el lamentable lugar en que se encuentra ahora.
Todo comenzó hace tiempo. Aquellas aguas trajeron estos lodos. La pregunta es provocativa y parte de la afirmación de quien suscribe, de que el ritmo está en crisis debido a que los arreglos son los mismos de décadas atrás y los jóvenes tienen códigos sonoros diferentes, y por tanto, el merengue del siglo XXI sigue sin hacerse.
Todo comenzó hace tiempo. Aquellas aguas trajeron estos lodos. La pregunta es provocativa y parte de la afirmación de quien suscribe, de que el ritmo está en crisis debido a que los arreglos son los mismos de décadas atrás y los jóvenes tienen códigos sonoros diferentes, y por tanto, el merengue del siglo XXI sigue sin hacerse.
Los piratas y el Internet
"Es en el momento en que el merengue está en pleno apogeo, que aparecen los piratas y el Internet, para lo cual los disqueros no estaban preparados. Por ahí empieza la cosa. En esos momentos no eran los colores, en esos momentos no eran los códigos, en esos momentos fue la tecnología", afirmó.
"Incluyéndome, no estábamos preparados, y lo peor de todo es que los que hacen merengue no se percataron de la situación. Y no se dieron cuenta que se quedaron sin padrino, y que desde ese punto de vista tenían que asumir per sé las producciones, y negociar de algún modo con los disqueros, de negociar de algún modo con alguien para seguir produciendo. Eso fue lo primero. Es decir, nadie estaba preparado para ese acontecimiento", observó, hablando lentamente, como para que se le entienda bien.
El narcotráfico
Para el intérprete de "Patacón pisao", si se van a agregar cosas, habría que agregar necesariamente "que minutos antes de eso que acabo de contar, el narcotráfico había inundado la Meca en el que el merengue era el rey. Ustedes recuerdan que de cada orquesta con tres cantantes se hacían tres orquestas nuevas. En esos momentos la Meca era Nueva York, y por ende, los lugares aledaños. Pero entonces llegó Giulianni, arrasó con el narcotráfico y se llevó a los padrinos de esa época".
"Es decir, el padrinazgo desapareció desde todo punto de vista, en el momento en que también habían pasado otras cosas. De la misma manera que aquí por muchísimos años se hacía merengue al estilo Trujillo, para bailar y tocarse como a Trujillo le gustaba, los negociantes que llevaban los grupos de merengue, empezaron a adaptar sus negocios al narcotráfico", rememoró el veterano cantante, músico, compositor, arreglista y productor musical.
Ventura recordó que en cualquier night club de Nueva York en aquella época, "tú llegabas a la hora del contrato, es decir las nueve de la noche, y veías que se había modificado, primero, la tarima. Es decir, ya no se bailaba delante de la orquesta, porque delante de la orquesta había un grupo de personas con dinero, con mucho dinero, que reservaban esas mesas para el momento en que a ellos les diera la gana de llegar... Y tú llegabas y delante de ti, en vez de mucha gente, lo que había muchas mesas con Moët Chandon, reservadas. Y entonces los dueños de nights clubs ¿empezaron a qué? A esperar esa gente! Y los artistas ahí. Y espera y espera y espera.
Pero la gente común que había llegado temprano, tenía que sufrir la espera también. Concomitantemente con eso, pasó algo, los precios de las bebidas y las taquillas, se adaptaron a ese público que pagaba en esos montos, y empezaron a alejar la gente común, de pocos ingresos, de las actividades".
El hoy secretario de la Academia Latina de Grabaciones Musicales, recordó que hasta ese momento, en su caso, se pasaba un mes en Nueva York y tocaba un mes día por día, hasta en los 'hall' (salones) de las iglesias, sin repetir un lugar. "Pero con esos precios, la gente dejó de ir y los lugares empezaron a desaparecer por naturaleza, en todo Nueva York... Eso empezó a pasar a finales de los noventa.
Justamente como pasó aquí. Los artistas que hacíamos merengue empezamos a disparar los precios, los dueños de night clubs empezaron a disparar los precios de las taquillas y de las bebidas y la gente se fue a los colmadones. Es decir, nosotros, en concubinato con todo eso, hemos contribuido para que la gente no nos baile...", se lamentó.
En la entrega de mañana, el merenguero hablará de los viajes, los arreglos, la falta de sentido de equipo, entre otros elementos.