Haití No Quiere Plan Regulación‏


Si el gobierno de Haití no facilita a sus nacionales los documentos de identidad que requiere el Plan Nacional de Regulación de los extranjeros residentes de forma irregular en la RD, éste no funcionará. Pues, para que sea exitoso, estos extranjeros deben tener por lo menos, una identificación primaria.


Mientras le ofrecemos, a estos extranjeros, el Plan Nacional de Regulación de manera gratuita, con un alto costo para nuestro pueblo, los ciudadanos haitianos tienen que pagar sumas exorbitantes en la oficinas consulares de su nación ubicadas en el país para documentarse, además de carecer del equipo necesario para realizar esta tarea, pues han quedado en traerlo y hasta la fecha no lo han hecho.

De unos 31,000 haitianos que han ido a regularizar su situación tan solo 100 tiene papeles en regla. Gravísima situación.

Está muy clara la falta de voluntad de las autoridades haitianas para dotar a sus nacionales de los documentos que requieren.

Pero, ¿estará realmente interesado el gobierno haitiano en documentar sus nacionales, y así reconocer que no son dominicanos en su inmensa mayoría, que son y seguirán siendo haitianos y por tanto sujetos a cumplir los requisitos para una residencia, y que en un futuro, si no cumplen las leyes podrán ser repatriados?.

El objetivo del gobierno haitiano desde el principio de esta crisis, creada por la sentencia número 168/13, es que nuestras autoridades le otorguen la nacionalidad dominicana a sus ciudadanos ya que “mas de un millón de apátridas de origen haitiano se encuentran en el país sin los derechos fundamentales reconocidos en la constitución y en los pactos internacionales”. O sea, que los sin patria no son haitianos sino dominicanos y si no son haitianos no tiene que darles documentos.

Para el gobierno haitiano el Plan Nacional de Regularización de los extranjeros residentes de forma irregular en la República Dominicana no es una solución. Si el gobierno haitiano otorga la documentación requerida a sus ciudadanos el problema entraría en una fase de franca solución y le quitaría al gobierno haitiano los argumentos para la presión internacional y un medio de distracción para su política interna.

Y como dice el periodista Alfredo Freites en su Punto de Mira, hay los que hacen negocio con el tema de la miseria haitiana y que “el tema sigue empantanado para que sigan tomando alimento los que de eso viven y para desengañar a los que creen que el tema de la regulación de haitianos es un elevado al cuadrado. El gobierno haitiano ni los oenegenistas quieren la solución del problema del cual viven.”

Los haitianos nos seguirán presionando internacionalmente y en todas las formas que crean pertinentes sin importar acuerdos previos, ni respeto a la ética, principalmente en lo referente al comercio; la comisión dominico-haitiana no se ha vuelto a reunir, lo que indica la falta de interés en la solución como está planteada. Y ahora Haití se destapa prohibiendo la entrada a su territorio, que si es de ellos y donde nosotros no tenemos ninguna injerencia, de los cerdos criollos.

En los últimos noventa años se han firmado seis pactos para tratar la migración haitiana y han sido inoperantes por la violaciones haitianas, y a la postre han perjudicado a nuestro país. Una de las razones por la que los acuerdos fueron “letra muerta” es porque el gobierno haitiano nunca documentó a sus nacionales.

Para negociar con los haitianos debemos tener siempre presente que “la buena fe no se presume” y que cualquier acuerdo es solo un pedazo de papel.

POR TOMMY MEJÍA POU
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