Familias sector Cienfuego, viven panorama tétrico y pestilente‏



SANTIAGO.- Al menos 150 mil personas, quienes residen en los distintos sectores del barrio Cienfuegos ubicado al Noroeste de esta ciudad, sobreviven en medio de un cuadro tétrico y pestilente; se desenvuelnen en condiciones infrahumanas.

Para el pastor Pablo Ureña, quien lucha sin descanso en busca de soluciones a los males sociales y económicos y lograr que la gente viva con dignidad, la situación es deprimente y escalofriante.

La falta de fuentes de trabajo, la corrupción, la contaminación ambiental y la marginalidad son las características que reflejan cuan triste y amarga es la vida de los habitantes de la zona.


A pesar de la gravedad de la problemática, es lo que plantean dirigentes comunitarios, las autoridades del Gobierno Central y del Ayuntamiento permanecen apáticas e indiferentes ante la crisis, lo que implica que cada día se empeore más el malestar.



Pastor Pablo Ureña identifica problemas golpean población

La realidad Más del 60 por ciento de las madres solteras está sin empleo, el 40% de los jóvenes ni estudia ni trabaja, alrededor del 35% de la población general no encuentra donde ganarse el sustento; en fin, hombres y mujeres sin desplazan desesperados en procura de producir, pero son muy pocos quienes logran conseguir donde desarrollar sus actitudes productivas.

“Esto es preocupante, porque de alguna manera u otra la carencia de medios de producción incide en el auge de la delincuencia y la violencia”, afirma el pastor Pablo Ureña. Es por eso, de acuerdo al análisis de dirigentes comunitarios, entonces, que las drogas, el crimen organizado, los vicios, los robos, asaltos y violaciones ocurren con frecuencia.

“El contagio de los espacios es alarmante, porque en toda la geografía sufrimos los efectos de una atmósfera maloliente, debido a la polución provacada por el vertedero de Rafey, las aguas negras y la acumulación de desechos sólidos en las calles, callejones y peatones, en vista de que los funcionarios encargados de solucionar estos males nada hacen en favor de nosotros”, precisa el pastor Ureña.

Los entornos están apestosos, lo que influye en la propaganción de enfermedades infecto-contagiosas, hasta el punto de que en los últimos años han muerto muchas personas humildes por la falta de asistencia médica.

Y añadió “con estas características que evidencian la marginalidad, el olvido y el abandono en que vive la gente en La Mosca, Santa Lucía y en todos los sectores de Cienfuegos, es muy amargo y de mucha tristeza”.

La radiografía social resalta una dramática realidad inhumana, pues se trata de más de 150 mil seres que están respirando por suerte y “por la gracia de Dios” para darle un toque cristiano.

“A todo esto se suma que ahora están destruyendo los campos deportivos y como es lógico se agravan las dificultades de la juventud, en la medida se están quedando sin áreas donde desarrollar su destreza en las distintas disciplinas del deporte”, expone el pastor Ureña. ¿Cómo superar los problemas?

“Es preciso que las autoridades ordenen una investigación científica para determinar las reales causas de los problemas que nos golpean, ya que es la fórmula para hacer un diagnóstico real y descubrir la verdad”, argumenta el pastor Pablo Ureña.

A seguida comenta “esto será una garantía para definir las alternativas idóneas en aras de ejecutar programas que respondan a las necesidades materiales y espirituales de quienes pueblan la barriada”.

No obstante, en lo que se desarrolla un proceso investigativo, procede que el Gobierno Central y el Ayuntamiento coordinen acciones que generen empleos y los medios en la búsqueda de contrarrestar la pobreza, la insalubridad, la contaminación, la corrupción, los vicios, las drogas, la violencia, la delincuencia y todos los males que trastornan la vida de los vecinos de Cienfuegos.

¿Qué esperan las autoridades para auxiliar a las familias de Cienfuegos? ¿Esperan una mortandad para ir en socorro de quienes mal viven en un submundo de injusticias y calamidades?

POR: IGNACIO GUERRERO
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