Crisis económica quiebra comercios en Santiago‏


EN SANTIAGO: Decenas de medianos y pequeños comercios quebraron en Santiago; otros están al borde del colapzo por los efectos de una crisis económica que vuelve “sal y agua” los capitales de quienes invierten en la búsqueda de sobrevivir y, de paso, incidir en el desarrollo sostenido de la sociedad.


Carlos Lora, pasado presidente de la Asociación de Dueños de Tienda de Santiago, afirma que la situación es desesperante, porque se pierden empleos, disminuye la producción, se deteriorian las condiciones de vida de miles de personas y la ciudad se convierte en un fantasma.

A su juicio, las autoridades gubernamentales y los grupos económicos poderosos deben prestarle atención al casco urbano, porque en el área se mueven más de diez mil 500 millones de pesos, lo que requiere de programas especiales para rescatar, conservar y preservar las actividades productivas.

De pronto, en medio del tétrico cuadro, surge una luz tenue: la instalación de inversionistas asiáticos en el Centro Histórico de Santiago, quienes poco a poco movilizan la economía.

La crisis

Los altos costos de producción y operación, alzas de las tarifas eléctricas, escasez de dinero circulante, falta de un amplio parqueo público y la pérdida del poder adquisitivo de la población humana son factores que se conjugan para crear una crisis insoportable.

“Cierto -expone Carlos Lora- esos problemas son demoledores contra medianos y pequeños empresarios, ya que nos asfixian y esto se expresa con la desaparición de quienes no tenemos fuerza para superar esa amarga realidad, es decir, que sufrimos los embates letales que nos sepultan con deudas, pérdida de lo poco que hemos logrado a base de esfuerzos y sacrificios, así como un mar de incentidumbres que intranquiliza a nuestras familias”.

Y adiciona “es triste ver como se agrieta el comercio, puesto que los funcionarios públicos y los sectores de poder económico permanecen apático e indifente ante un panorama que provoca desempleo, hambre, pobreza y desolación”.

Lora recuerda con nostalgia a las tiendas de calzados José Manuel, Mendoza y Rothen, al igual que a los estabelecimientos que se especalizaron en variedades como Loly, Genita y diversos almacenes que operaban en el casco urbano, en vista de que las dificultades económicos menoscabaron sus acciones comerciales.

“Hoy día sufrimos un declive alarmante, pues son muchos los propietarios de medianos y pequeños comercios que no resistimos el trance que nos afecta”, juzgó Carlos Lora.

La recesión y la depresión económica que predominan en este momento, se articulan para darle el “tiro de gracia” a comerciantes que han sido golpeado por la bancarrota, de acuerdo a la evaluación realiza por periodistas de Santiago.

Carlos Lora, quien fue entrevistado para este diario y diario 55 de SúperTv55, sostuvo que hoy día hay una degeneración en el Centro Histórico de Santiago, situación que debe llevar a las autoridades a ejecutar programas de urgencia en busca de recuperar el comercio y frenar la decadencia que se refleja en la arremetida contra hombres y mujeres de trabajo, quienes solo anhelan contribuir con el progreso de la colectividad.

Luz tenue

A pesar de las precariedades, se logra un respiro, con las inversiones que destinan empresarios asiáticos, quienes emergen como un faro ligero que ilumina un camino positivo, pues en la actualidad funcionan múltiples tiendas que despiertan una esperanza por el rescate de la importante franja comercial.

Sin embargo, es lastimoso, la mayor parte de los capitales que se generan serán enviados al extererior, en razón de que los extranjeros invierten, pagan salarios a dominicanos y colaboran con el desarrollo de la economía, pero la gran cantidad de dinero lo remiten a sus países de origen.

“No obstante -comenta Carlos Lora- proporcionan empleos, dinamizan la economía e impulsan proyectos productivos y eso es muy positivo”.

¿Qué hacer, entonces?

Procede, esto es urgente, que se abaraten los costos de producción con facilidades de exportaciones e importaciones, disminución de las tarifas eléctricas, estabilidad cambiaria, asegurar un mercado con solidez y aplicar programas efectivos contra la delicuncia.

“En la seguridad hay que trabajar con firmeza, voluntad y disposición porque los malhechores ahuyentan a los inversionistas y a los consumidores, lo que se traduce en una embestida contra la gente y contra el comercio”, argumentó Lora.

También sugiere la construcción de un moderno y gigantesco parqueo municipal, el cual puede ubicarse en la explanada de la desaparecida Compañìa Anónima Tabacalera, porque para que una economía y una sociedad puedan crecer hacia el desarrollo integrado es indspensable un sistema vial modermo y esto implica que se debe contar con estacionamientos suficientes.

Otra propuesta es que la calle Del Sol se trasforme en peatonal, claro con la puesta en marcha con dispositivos estrictos de seguridad, como una forma de que la gente se desplace con libertad y sin ningún temor por todas las alterias comeciales.

“Es vital que el Gobierno Central y el Ayuntamiento de Santiago se unan en una cruzada para recuperar del Centro Histórico, cuyo proceso debe recibir el apoyo de los fuertes empresarios y juntos transformar a Santiago en una gran urbe y colocarnos a la par con ciudades de Europa, Estados Unidos, Centro América y el Caribe”, puntualizó Lora.

Entiende que es cuestión de voluntad política porque el Primer Santiago de América posee potencialidades sociales, económicas, deportivas, culturales, turísticas y en todos los ámbitos; solo se está a la espera de capitales, servicios eficientes y protección contra el crimen para caminar hacia una ciudad cosmopolita.

POR  IGNACIO GUERRERO 
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