Tanda extendida lleva tranquilidad a los hogares



Terminó el viacrucis que sus manos tallaron por encargo en la madera. En otro viacrucis, el de su pobrísima cotidianidad, Ramón Vargas va hoy más ligero, la cruz es menos pesada y el camino, más corto. No ha obrado ningún milagro, pero casi, dirías tú.

Trabaja como ascensorista, tiene mujer y tres hijos (espera un cuarto). Recibe un salario de miseria que compensa, alguna vez, con el arte, porque es un verdadero artista; Ramón es un formidable escultor de la madera. Con ella hace retablos.


Cuando fuimos a conocer su increíble historia, esculpía un viacrucis que le habían encargado. Su "taller" es el lavadero ubicado en el patio, bajo un alero de la casa, donde también se alojan la lavadorita y otros enseres.

De lunes a viernes, durante su hora de almuerzo, cruzaba la capital en su carrito para recoger a sus hijos en la escuela, llevarlos a casa, almorzar y regresar al trabajo. A veces, por los tapones, se veía precisado a comer en el vehículo para no faltar a sus obligaciones laborales.

Con la jornada de tanda extendida que el gobierno de Danilo Medina ha venido instalando progresivamente en las escuelas de nuestro país, los hijos de Ramón desayunan, almuerzan y meriendan en la escuela y salen a las cuatro de la tarde.

La vida de Ramón cambió del cielo a la tierra. Desde entonces es más libre.

Se liberó para siempre de tener que correr a buscar a sus hijos al mediodía y de comer a la carrera, y se ahorra casi mil pesos semanales por combustible dejado de consumir.

La revolución educativa con la tanda extendida ha resultado también en un aumento de los ingresos reales mensuales de Ramón, pues sólo tiene que gastar en la cena de sus hijos; además, gozan de mejor salud porque desayunan y comen mejor.

Si sumamos el ahorro en combustible más la educación y la alimentación gratuita de sus hijos, la tanda extendida le transfiere a Ramón otro salario mensual casi igual al que recibe en la institución donde labora como ascensorista.

Un alivio enorme. La cruz es menos pesada.

La revolución rducativa proveerá otro beneficio adicional a Ramón: más tiempo y sosiego para tallar sus retablos. "A mí la tanda extendida me ha traído mucha tranquilidad".

En el Gobierno estamos contentos con que Ramón, y como él, muchas familias dominicanas, vivan mejor, porque eso queremos gobernando con todos y para todos.
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