La Sirica, el lago Enriquillo y el Turismo
La Jaiba Azul o Sirica, como le llama el pueblo conocedor de ella, es una especie de Jaiba (crustáceo), de color verde oscuro fundamentalmente, con partes azules con colores rojizos o tendente a rosados, son especìmenes de cangrejos, con 5 pares de patas, decápodos (collinectes sapidus) que habitan en costas tropicales y templadas, en aguas de bahìas, lagunas de costas y desembocaduras de ríos, a profundidades no mayores de 2 metros y temperaturas preferentes de 18 a 23 grados centígrados, una hembra puede aportar entre setecientos mil a dos millones de huevos en su reproducción y un puede durar de 3 a 8 años de vida.
Los machos, con color gris- azulado y las hembras rojizo-anaranjado en sus respectivas patas y tenazas, lo que le da el nombre de jaiba Azul, y en la zona del lago Enriquillo, en que no habìamos tenido esa presencia, la gente, junto a una gran confusión creada adrede, con la crecida del lago Enriquillo, la bautizaron con el mote de Jaiba Marina. Gente que no se detuvieron a indagar las causas de la crecida del Enriquillo, crearon una sarta de teorías entre las que le inculcaron a muchos ciudadanos la tesis de una fisura en el suelo, que convertían al mar Caribe y el lago Enriquillo en un par de vasos comunicantes, y por ellos, el paso de las jaibas, del mar al lago, nada más incierto, como la imposibilidad de que a esas profundidade vivan esas jaibas, así como también, si hubiera sido real, en alrededor de 4 años, el lago y el mar Caribe ya estubieran al mismo nivel. Además, con las aguas que le han llegado al lago principalmente del Yaque del Sur, río San Juan y sus afluentes, ha bajado su salinidad, y si fueran del mar, estubiera subiendo la proporcionalidad de sal.
La jaiba Azul, que fue introducida por alguien el lago Enriquillo, hizo un enorme fomento en cuanto a cantidad y tamaños, entre los años 2010 en sus finales, el 2011 y 2012, reduciéndose a expesiones mínimas en la actualidad, sencillamente le ha variado el hábitat, la jaiba Azul ó Sirica, que no llegó a establecerse en ninguno de los acíferos de los derredores de la hoya del lago Enriquillo, solo subió aguas arriba por los conductos en que el Yaque del Sur alimenta al Enriquillo, estableciendo nosotros en su momento, que las jaibas no llegaron de el este del lago Enriquillo, sino que fueron introducidas en el, deliberada o accidentalmente.
El lago Enriquillo, crecido ehorbitantement hasta los primeros meses del pasado año, el 2013, es un enorme potencial turístico para la región, pero con sus riquezas y atractivos que le eran inherentes a su entorno, el ecosistema, los balnearios, las aves y demas especies, junto a la gente y los productos agrícolas y artesanales, más la oferta general que se instale en la región, es lo procedente, lo demás sería pura navegación, sin ningún beneficio para la gente y el país, por lo que la derivación de aguas al mar por Canoa es la clave y el control para que lo demás sea una realidad.
POR: JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.