DOMINGO ESPECIAL: Semana Santa, reflexión entre parrandas y aguardiente‏


La semana mayor o semana santa cada vez más su celebración, se desvirtúa del origen de este tiempo sagrado, que conmemora la vida y pasión de nuestro señor Jesús, que vino a redimirnos del pecado.


Cada año que pasa, las personas vamos perdiendo esta tradición, el respeto, desnaturalizando por completo, todo lo que fue, el hombre que vino y transformó la humanidad, hasta los días de hoya.

Hay una frase anónima que dice:  "La resurrección de Cristo es perdón para los pecadores, vida para los que aceptaron su obra en la cruz, y gloria por la eternidad con é
​l en los cielos", entonces como es posible, que en tiempo de recogimiento y de reflexión, lo tomemos para tomar alcohol hasta más no poder, nos sumergimos en un submundo de parranda bullanguera, alegrías y rizas pasajeras, solo motivada por el alcohol y quien sabe de otras sustancias, que nos hacen salir de nuestras realidades.

Debemos ser luz, en vez de sombra, alegría en vez de tristeza, solidaridad ante la indiferencia, son las virtudes que hacen grande aquellos que tienen a Dios en sus corazones y que siempre buscan de Dios.

Dice la palabra en el Libro de Mateo, en los versículos del 14 al 16:  " "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. 15 Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Porqué celebramos este tiempo de reencuentro con nuestro Dios, con nosotros mismo, de esta manera, es que hemos perdido por completo, el significado y el valor que tuvo y tiene Jesús en nuestras vidas.

Ya prácticamente todo pasó o nos pasó estos días por encima y no nos dimos cuenta que la vida sigue su curso, pero solo aquellos que hicieron una introspección, que nos auto evaluamos, para pasar balance a nuestras vidas, a nuestras vivencias, que nos permita, ver la vida desde otra perspectiva más amplia y segura, sacaremos el mejor de los provechos de esta semana santa.

Cristo Jesús, vino a redimirnos del pecado, del odio, de la envidia, del egoísmo, de la diatriba, para transformarnos y convertirnos en seres lleno de amor, paz y tranquilidad espiritual, para tener un mundo mejor.

Ojalá que pensemos y reflexionemos en nuestras vidas, aprovechar para quitarnos de encima las actitudes negativas y sacar de nuestros corazones, todos esos sentimientos que nos convierten en seres amargados y vacíos.

Jesús, pagó por nosotros, para darnos la oportunidad de vivir y disfrutar de la gloria de Dios, este hombre que con su amor infinito, tuvo que sufrir el peor de los castigos, escupido, vituperado, maldecido y crucificado como un delincuente de la época, es la razón para que nos revisemos y nos analicemos que estamos haciendo con nuestras vidas.

Que esta semana santa, nos llene de amor, de paz y solidaridad, que el señor Jesús de Nazaret, resucite en nuestras vidas, para llenarnos de su amor y misericordia y así llevarles el mensaje a nuestros semejantes.
Hasta la próxima, si Dios lo permite.

POR LEONARDO PLATA

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