Vuelve el dolor a nuestra región…


El desfogue anunciado por las autoridades del sector hidráulico del país, en cuanto al desfogue de la presa de Sabana Yegua, con los fines de reparación y ampliación de la referida presa, no deja de ser un dolor de cabeza fuerte para nuestra región, la que circunda toda la hoya del lago Enriquillo.


Hemos saludado la pertinencia de la época en que se ha decidido su desagüe, en relación al año antes pasado, la cual se hizo en una estación del año poco indicada y contraproducente ya que en el país y sobre todo en esta parte de la isla donde corrían las aguas de la tormenta Isaac y llegaban las de Sandy.

El gobierno Dominicano empezó con gran aparatosidad y efectividad la rehabilitación del aliviadero o vertedero de Canoa, dándole salida a las aguas excedentes que lleguen a ese lugar, que es el punto del puente de Canoa ubicado a 14 metros sobre el nivel del mar, con lo cual, en momentos de emergencia, las aguas y sedimentos tienen escape al mar Caribe, que tiene capacidad para recibirlos no importa cuantos.

La obra se detuvo, las maquinarias fueron retiradas y los trabajos de empalmes de ahí al dique, ahora muro o tropezón de MENA, que cuentan siete kilómetros de curso de río, se detuvieron también y por tanto, hasta el momento solo tenemos la derivación mínima que representa el curso natural del río Yaque del Sur, por Habanero.

El desfogue de ahora, pudiera hacerse, luego de un esfuerzo de contingencia, que empalmando y haciendo limpiezas mínimas fundamentales, lleven por Canoa, parte de aguas y sedimentos al mar Caribe y no a los terrenos, laguna Rincón y el lago Enriquillo.

Es importante recordar que la presa de Sabana Yegua de su capacidad de almacenamiento, ascendente a cuatrocientos millones de metros cúbicos, ciento dieciocho millones son de sedimentos, con salida normal de su descarga, de 23 metros cúbicos por segundo, al desfogar a máxima capacidad, se multiplica por treinta, llegando a emitir 600 metros cúbicos por segundo, lógicamente, de aguas y lodos.

Estas descargas irían aguas abajo, pasando en buena parte, por la laguna Rincón, la cual, con una superficie que ronda los 50 kilómetros cuadrados, con un nivel de sedimentación estimado en el 60%, llegando estos sólidos a tener un espesor de alrededor de 10 pies, de los 15 que posee de columna de aguas, de superficie a fondo.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

Con tecnología de Blogger.