VIDEO: Luego de 856 asesinatos, ETA entregó sólo una parte de su arsenal
El inventario de ETA sobre la inutilización parcial de su arsenal contiene cuatro armas de fuego, unas 300 balas, varias granadas y material para la fabricación de explosivos y otros dispositivos como temporizadores.
Ram Manikkalingam, vocero de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), leyó un comunicado ante cientos de periodistas durante un acto en la ciudad vasca de Bilbao.
Según el texto, la CIV afirmó haber comprobado que ETA emprendió un "proceso de sellado y de puesta fuera de uso operativo" del armamento durante enero y que este hecho se grabó en video.
La escena fue emitida este viernes por la cadena británica BBC y muestra a dos terroristas encapuchados entregando municiones y explosivos a los verificadores.
La presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, dijo que "ya está bien de tanto comunicado y de tantos avisos" y que lo que tienen que hacer los miembros de ETA es entregar las armas, disolver la banda, cumplir sus condenas y colaborar con la Justicia.
ETA es responsable de 856 asesinatos desde la campaña de terror iniciada en 1960 para conseguir la independencia del País Vasco de España.
"Es evidente que todo lo que sea avanzar en el camino de la desaparición de ETA es positivo y todo lo que sea entregar las armas es positivo, pero eso no es incompatible con el hecho de que se trata una escenificación", declaró el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Iñigo Urkullu, presidente regional vasco, afirmó que la decisión de ETA es "un pequeño paso, pero no suficiente". Y exigió que cumpla con un "hito importante" como es "el reconocimiento del daño injusto causado".
Tanto desde el Partido Popular (PP), en el Gobierno, como desde la oposición se lanzaron calificaciones de "farsa" o "tomadura de pelo" a este anuncio de ETA.
ETA conserva escondidas toneladas de material para fabricar explosivos y más de 500 armas cortas y largas, según estimaron para EFE fuentes de la lucha antiterrorista españolas, que aseguraron que la relación exacta de material, así como el número de activistas en la clandestinidad, es una incógnita para las fuerzas de seguridad.
