Murió la sobreviviente de más edad del Holocausto judío
EN LONDRES: Se trata de Alice Herz-Sommer, quien falleció este domingo a los 110 años en esta capital. Junto a su hijo, vivió durante dos años en un campamento de prisioneros nazi. Una película sobre su vida fue nominada a los Oscar
Alice Herz-Sommer, quien se cree era la sobreviviente de más edad del Holocausto, falleció el domingo en Londres a los 100 años, dijo un familiar. La devoción de Herz-Sommer por el piano y su hijo le permitieron sobrevivir durante dos años en un campamento de prisioneros nazi, y una película sobre su vida ha sido nominada al premio al mejor documental cortometraje en los premios Oscar la próxima semana.
La mujer murió en un hospital tras ser ingresada el viernes, dijo su nuera, Genevieve Sommer.
"Todos llegamos a creer que nunca moriría", dijo Frederic Bohbot, productor del documental "The Lady in Number 6: Music Saved My Life". "Yo no tenía duda alguna de que iba a ver los Oscar", dijo Bohbot.
Pianista consumada, Herz-Sommer, su esposo e hijo fueron enviados de Praga en 1943 a un campo de concentración en la ciudad checa de Terezin, donde a los reos se les permitía ofrecer conciertos, en los que ella participó con frecuencia.
Unos 140.000 judíos fueron enviados a Terezin y 33.430 murieron allí. Aproximadamente 88.000 fueron trasladados a Auschwitz y a otros campos de la muerte, donde mataron a la mayoría. Herz-Sommer y su hijo, Stephan, estuvieron entre los menos de 20.000 liberados cuando el ejército soviético tomó el campamento en mayo de 1945.
Pero ella recuerda que "siempre estaba riendo" el tiempo que pasó en Terezin, donde el placer de tocar música la mantuvo viva.
"Estos conciertos, la gente sentada allí, personas mayores, enfermas y solas, iban a los conciertos y la música era alimento para ellos. La música era nuestro alimento. La música es lo que nos mantenía vivos", dijo en una ocasión. "Cuando podíamos tocar no resultaba tan malo".
Aunque nunca conoció dónde murió su madre tras ser arrestada, y el hecho de que su esposo murió de tifus en Dachau, cuando ya estaba mayor no expresó mucha amargura. "Todos somos lo mismo", dijo. "Buenos y malos".