Convergencia por las divergencias políticas Dominicanas.
Por Jisé Antonio Matos Peña
Convergencia, tal y como lo define el diccionario, es la confluencia de varias ideas sociales, económicas o culturales, y en nuestro país, en términos políticos del momento, es el nombre asignado a una conflagración de ideas, grupos y tendencias, que buscan el anhelado poder estatal, para con los que tienen los buenos propósitos, buscar la justicia social, y con ello, el verdadero desarrollo de la sociedad en su conjunto.
La nueva expresión de la convergencia de oposición anunciada recientemente, viene de la divergencia de personas, grupos y partidos políticos que de salidas voluntarias o no de su entorno inmediato anterior, de lo cual, el grupo hasta ahora, mayoritario en alta proporción del partido revolucionario Dominicano, el cual merece una explicación más detallada, por lo reciente y por lo significativo en cuanto a lo cuantitativo.
Divergencia, de acuerdo a la definición del diccionario nuestro, es la diversidad de opiniones, es desacuerdo, y en el caso perredeísta, más que desacuerdo, es el camino tomado por parte, fundamentalmente de una de las partes, de canonjías y puestos de poder político, que le impiden enmendar actitudes y decisiones.
En la divergencia ocurrida en el PRD, no ha bastado ningún tipo de acuerdo, mediación o propuesta de parte del sector que intenta la convergencia, incluyendo la última acción de proponer la integración de la comisión organizadora de la convención de una figura como la del doctor José Joaquín Puello Herrera, más cercano al caudillo de la “institucionalidad”, pero figura de mucha equidad, con la negativa del doctor y un silencio suyo que da valor a la expresión que reza “el silencio es más elocuente que la palabra”.
En la convergencia por la oposición militan figuras del perredeismo sin violar ninguna ley ni estatuto, máxime cuando en su partido se le impide el libre ejercicio de participación democrático, con un sistema de reinscripción de militantes totalmente exclusionista y semi-clandestino, donde se conoce a voces la clasificación de afiliados.
La convergencia es justa y necesaria, independientemente de lo que pase en el partido revolucionario, al cual lo que corresponde en los momentos es que los principales dirigentes manden masivamente con carnet viejos y cédulas electorales en manos el día de la convención, con cuya presencia se valida su inscripción y que vayan, “salga pato o gallareta”.