Con precariedades, Casa de Luz ilumina la vida de niños discapacitados‏


Interesado en el proyecto, el presidente Danilo Medina visitó sus instalaciones para ver en qué puede ayudar:





EN SANTO DOMINGO: Massiel, de 19 años, es una joven con discapacidad motora que fue rescatada en el 2006 del descuido y la desprotección en que vivía con su madre en el sector Los Alcarrizos.


Como otros 29 niños y niñas con condiciones similares, Massiel, amante del canto, fue la primera persona en acoger la “Fundación Proyecto de Ayuda al Niño Casa de Luz”, una entidad cristiana sin fines de lucro que proporciona ayuda humanitaria y satisface las necesidades físicas y espirituales de niños discapacitados, huérfanos o abandonados.

Atraído por el proyecto e interesado en ayudar y en conocer la situación de los 30 menores con trastornos neurológicos y físicos, el presidente Danilo Medina visitó ayer de manera sorpresiva el centro.

“Son niños que están viviendo en unas condiciones difíciles y ellos (el personal del centro) están haciendo esto con las uñas. Vinimos a ver cómo nosotros podemos ayudarlos”, dijo el jefe de Estado, tras enterarse de las limitaciones y necesidades con que opera Casa de Luz, en cuyo recinto, desde el 2006 a la fecha, subsisten gracias a la caridad de “gente  de buen corazón”.

Veinte personas en total, entre ellas, una o dos enfermeras y unas cuantas niñeras, son las que brindan atenciones a los infantes, de los cuales 17 son hembras y 13 varones. De los 30 infantes, 28 son huérfanos, olvidados por sus familiares o dejados en hospitales y otros lugares públicos. Fueron reclutados por el pastor Lucas Carvajal, quien dirige el centro junto con un equipo de voluntarios.

Otro niño acogido por la fundación es Luiniel, de 17 años. Este joven con atrofia muscular severa fue rescatado en 2007 de la pobreza extrema y del suelo donde dormía en un batey de Hato Nuevo.

“Luiniel vivía en condiciones muy feas.  Igualmente Massiel. A ella su madre la dejaba sola y salía de la casa por mucho tiempo. No tenía buena alimentación y los vecinos era que tenían que limpiarla y ayudarla”, cuenta el pastor Lucas.

En el centro de acogida, ubicado en el sector Laura Mariel, en el kilómetro 19 de la autopista Las Américas, necesitan ayuda para ampliar sus áreas, ofrecer mejores atenciones y recibir más infantes, pues actualmente hay 12 niños en espera de ser ingresados, pero no hay espacio para ellos, según cuenta el pastor Lucas.

La idea –dijo- es que el proyecto pueda tener capacidad para unos 70, por lo que están esperanzados en que lo podrán lograr con la ayuda que podría brindar el Presidente, quien se sensibilizó y se expresó impresionado por la “obra de amor” que se realiza en Casa de Luz.

 “La situación de esos niños es difícil, los papás los abandonan y aquí no vienen, se desentienden de ellos. Vamos a ver cómo le ayudamos en la medida en que el Gobierno pueda. A través del Ministerio de Salud Pública vamos a ver cómo le podemos ayudar. Ellos necesitan médicos, terapeutas, necesitan psicólogos, enfermeras”, precisó Medina.

Según los cálculos de Lucas Carvajal, para poder mantener el centro y brindar las adecuadas atenciones a los beneficiarios se necesitarían 500 mil pesos mensuales. Sin embargo, sostiene que le urgen otras cosas.

“La principal necesidad primero es el techo, que cuando llueve es un problema, luego la alimentación de los niños y la empleomanía del centro, porque estamos trabajando con las manos vacías”, dice.

Los encargados del manejo del centro se comprometieron a elaborar una propuesta de lo que necesitan, que harán llegar al Presidente para su aprobación.

“Ellos están avanzados en muchas cosas que están haciendo, necesitan terminar un segundo piso, una sala de terapia, un comedor, necesitan cosas para darle más dignidad a la gente que está aquí y entonces nos van hacer una solicitud de las ayudas que necesitan y nosotros la vamos a evaluar la próxima semana”, prometió el mandatario.

Durante el recorrido por las instalaciones del centro, el Presidente conversó con los encargados y compartió con algunos de los niños, entre ellos, Massiel, a quien dio un beso en la frente, después de que la vivaz niña entonó una canción para él. Para colaborar con Casa de Luz pueden comunicarse a los números telefónicos 809-342-1255 y 809-697-0568.l

Ojana, un voluntariado que suma a la causa

Ojana, que significa familia, es un grupo de 37 voluntarios que desde hace alrededor de un mes ha decidido colaborar con Casa de Luz movidos por el amor.
 “Queremos ayudar a este grupo de niños olvidados un poco por sus padres, por la sociedad, y queremos apoyarlos, no solo con recursos, sino también con terapia con estímulo y con amor”, afirma Betssy Hazoury, quien se ha enamorado del proyecto.

“Nos podemos acercar a cualquiera de esos niños y vamos a ver que ellos se dan cuenta de lo que está pasando. Y que si nosotros les damos el más mínimo estímulo, ellos lo agradecen, porque muchos de ellos fueron abandonados por sus padres y están necesitados de cariño, amor  y buenas intenciones”, asevera.

Motivación

Lucas Carvajal narró que para abrir Casa de Luz se motivó en un hijo que nació con síndrome de Down.

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