Las luces y las sombras de las elecciones del Comité Central en el PLD
MIAMI, Estados Unidos.-Las elecciones al Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana fueron ejemplares.
Como en todo proceso masivo hubo luces y sombras. Las luces brillaron. Las sombras confundieron y afearon una fiesta de la democracia en acción pocas veces vista en la historia política dominicana.
Las luces. La participación masiva de candidatos y electores. Sin sillazos, ni tiros ni botellazos. Voto el peledeísta que quiso. A nadie se le obligo a ir a los centros de votación.
Las sombras. Un padrón desactualizado. Una propaganda desequilibrada en términos de recursos entre los candidatos. Algunos contaron con recursos de procedencia inexplicada hasta ahora lo que se reflejó en una campaña que en momentos pareció ser de un candidato presidencial y no de un simple miembro aspirante a un cargo en un organismo importante, pero hasta ahora casi disfuncional, como el Comité Central del PLD.
Más luces. Nadie puede decir aun hoy que el presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández, señaló a nadie como su (o sus) candidatos favoritos. Tampoco -que se sepa- lo hizo el presidente Danilo Medina. Eso no quiere decir que no tuvieran sus favoritos. Pero no todos tenemos el poder de saber quién o quiénes eran.
Luces y sombras a la vez. Los listados los espontáneos o los preparados. Ambos sirvieron para que los mal orientados, los indecisos o los que no conocían a nadie o muy pocos, conocieran o votaran por recomendados, amigos de otros amigos o conocidos.
Más sombras. Algunos tanto en territorio nacional como en las seccionales se empeñaron en incidentar todo con sus manifestaciones grupales. Eso perjudica -y perjudicó- las aspiraciones de muchos candidatos. Los peledeístas de años y un poco de formación no logran comprender ese fenómeno, y por instinto se oponen al grupismo. No así los llegados al partido en los últimos doce años, que no son pocos pero no se les educó políticamente como antaño. Son seguidores por instinto que siguen lo que se les ha indicado, o se han adherido en el camino procedentes de otras organizaciones donde la metodología es la espontaneidad y la conveniencia política.
Con todo, las luces fueron más y en el horizonte, aunque nadie puede adivinar lo que pasará mañana; el proceso electoral peledeísta fue ejemplar.
La conclusión de este octavo Congreso Norge Botello determinará como se enfrentarán estos y otros retos que entendemos que tanto Leonel Fernández y Danilo Medina tendrán que solucionar o al menos controlar para pasar unidos de nuevo la prueba que se le avecina en 2016.
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