Declracion Corriente Febrerista Muerte de Mandela‏


La muerte de Nelson Mandela enluta a todos/as los/as revolucionarios/as y personas progresistas del mundo. 

Este gigante de la libertad supo vivirle a la vida su altura, no sólo en la lucha contra el Apartheid en su país, pero también en la solidaridad a todos los pueblos que luchan contra las injusticias, por la soberanía y la democracia. Mandela, supo refrendar con sus actos y su sacrificio su postura a favor de la liberación de los pueblos y el avance de la humanidad hacia una sociedad sin discriminaciones ni exclusiones de ningún tipo.

Nosotros no pasamos por alto que frente a su muerte se alzan voces hipócritas, exaltando la vida de un hombre al que durante su lucha contra el Apartheid persiguieron, denigraron y estigmatizaron tildándolo de  terrorista. Entre esas voces está la del gobierno de los Estados Unidos, en cuya lista de “terroristas” estuvo Mandela hasta fecha tan reciente como el 2008.


En realidad, los Estados Unidos y otras potencias imperiales de Europa, estuvieron sosteniendo el sistema de Apartheid hasta que la solidaridad firme de los pueblos y gobiernos progresistas del mundo, entre ellos muchos norteamericanos, posibilitaron dar al traste con ese oprobioso sistema. Entre esas fuerzas progresistas, cabe destacar el papel relevante de la Cuba revolucionaria,  como lo reconoció el propio Mandela.

Mandela fue un revolucionario antiimperialista, que condenó como el que más los designios guerreristas imperiales de los Estados Unidos. Ante la masacre perpetrada contra el pueblo de Irak, fue Mandela quien sostuvo que “al señor Bush lo que le importa es el petróleo de Irak (…) Si hay un país que ha cometido inenarrables atrocidades en el mundo, son los Estados Unidos de América. A ellos no les importa…” Además, siempre dejó bien claro su alianza con los gobiernos y líderes revolucionarios y antiimperialistas del mundo, incluyendo a Gadafi, a Yasser Arafat y a Fidel.

A los hombres y las mujeres que en todas partes luchan por la justicia social, Mandela nos deja su ejemplo de perseverancia y disposición a sacrificarlo todo, incluyendo su propia vida. Pero además, nos deja algo igualmente importante: la flexibilidad y el tacto con que supo enfrentar y resolver los más difíciles problemas políticos, logrando avanzar significativamente hacia el objetivo de desmantelar el sistema de segregación racial. Sin duda que en la Sudáfrica de hoy perviven elementos de ese sistema, sobre todo a nivel de las relaciones de poder económico y social, pero toca a las nuevas generaciones de revolucionarios sudafricanos de todas las razas llevar hasta el final el legado que les dejó Mandela, la lucha por una sociedad igualitaria para todos/as.

Hoy, nosotros/as asumimos ese legado, en la lucha contra los intentos de falsos nacionalistas por crear un sistema de segregación étnica en nuestro propio país, despojando a una parte de nuestro pueblo de sus derechos civiles mediante mecanismos legales espurios e insostenibles. La lucha por los derechos de los/as dominicanos/as de origen haitiano es, en esencia, la misma lucha que libró Mandela a favor del reconocimiento de la ciudadanía efectiva y la democracia para las grandes mayorías del pueblo surafricano.

Los hombres y las mujeres de la Corriente Febrerista levantamos bien en alto la bandera de lucha y el ejemplo que nos lega Mandela, y celebramos junto al pueblo de Sudáfrica la vida fecunda de quien sin dudas ha pasado a ser uno de los libertadores más prominentes de la humanidad.

¡Gloria eterna, compañero Mandela!

Wilson Spencer
Coordinador C.F.

7 de diciembre 2013.






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