Andrea Rincón: “Está bueno ser mi mejor amiga”
Andrea Rincón transita una nueva etapa. Habla más pausada, más calma, se la nota más tranquila. Su sonrisa es más despampanante. Tiene rasgos de una chica que está recientemente enamorada y es verdad, lo está: “Fue el amor, me enamoré de mí, me descubrí”, confiesa a la revista Semanario.
Luego de haberse internado por su propia voluntad en el hospital psiquiátrico Avril debido a su adicción a las drogas a principios de noviembre, la infartante morocha admite que la vida le dio un giro de 180 grados: “Recién hoy me doy cuenta que nunca fui feliz. Ahora sí soy feliz. Está muy bueno ser mi mejor amiga“.
Pero no todo fue fácil ni es color de rosas para Rincón, que deberá pasar estas Fiestas bajo las normas que marcan los profesionales que la siguen atendiendo. Tanto para Navidad, que pasará junto a su numerosa familia, como para Año Nuevo, que la encontrará en su nuevo departamento del barrio porteño de Palermo con amigos, no podrá haber alcohol en la mesa. Ni siquiera un poco. “No puede haber alcohol en ninguna mesa en las que yo me siento. Primero pensé ‘¿quién va a querer festejar conmigo sin poder tomarse una copita de vino siquiera?’ Y la verdad es que todas las semanas nos juntamos con mis amigos en un restorán y hay agua, gaseosas. Uno se siente acompañada y querida“, afirma.
Pero la modelo y actriz no está sola: además de sus amigos, ocho profesionales la controlan en este tratamiento ambulatorio que debe seguir. Son dos psicólogos, dos psiquiatras, dos especialistas en relaciones vinculares y dos en adicciones. Se turna para ir a verlos y muchas veces lo hace de la mano de su papá, el mismo al que se lo criticó y se lo señaló como uno de los causantes de su problema, pero ella lo ve diferente: “Lo atacaron porque fue el que salió a hablar. La parte que no se sabe es que está haciendo muchas cosas por mí. Uno puede haber cometido miles de errores, pero lo importante es asumirlos y tratar de cambiarlos. Hoy está haciendo terapia conmigo. Yo también me equivoqué en muchísimas cosas, pero me parece que así como mucha gente me pudo perdonar a mí, yo lo estoy perdonando a él. Está poniendo todo para ayudarme y es con con lo que me quedo”.
Andrea cambió, pero no duda en salir a responder a quienes, como Mónica Farro, la atacan. “La gente que no me quiere es lógico que diga cosas malas, no me voy a poner a escuchar a quien supone que soy su enemiga porque yo no tengo enemigos. Pero creo que el cambio es muy notorio. Antes gesticulaba quince veces más, ahora estoy más tranquila, tengo menos revoluciones, aunque hay que seguir trabajando. La base de Andrea es dinamita, pero estaba a la décima potencia. Andrea ahora está bajando, está en paz con ella misma, no tiene más ese nudo en el pecho con el que convivió desde que tiene uso de razón de existir. El tiempo dirá todo”, señala.
Sola, la morocha asegura que “necesito tener bien los pies sobre la tierra para sumar a una persona en mi vida”, y que no volvió a ver a Ale Sergi, quien le dedicó una canción. “A Ale no lo vi más aunque uno se entera de la vida del otro. En las últimas imágenes lo vi bien y eso me alegra“, cierra una renovada Andrea Rincón.