Por los Humedales y demás recursos naturales‏


Por José Antonio Matos Peña

En recorrido hecho por la hoya del lago Enriquillo, el pasado domingo 10 de noviembre, junto al distinguido ciudadano de los Ríos, señor Rigoberto Cuevas Segura, el cual se ha convertido en un brillante colaborador y conocedor de la problemática de los lagos Enriquillo y Azuei, además de su entorno, observamos con alta preocupación el trato que se le está dando en sentido general, a los recursos naturales.

Fue de gran impacto para ambos, ver como se está drenando la laguna de Tierra Nueva, humedal por excelencia, hospedero de gran variedad de vida interna y externa a las aguas que concentra ese canto de montañas que componen la sierra de Neiba. Aves migratorias o no, que completan en cualquier momento el equilibrio ecológico tan deseado por la continuidad de la vida.


 No podemos agregar más destrucción al medio ambiente, del creado por la crecida descomunal del lago Enriquillo en su recorrido por nuestro suelo, ascendente a los 200 kilómetros cuadrados.

Lo propio decimos con los desmontes que se realizan en la zona para el asentamiento de agricultores, en donde sin ton ni son, se está depredando zonas de gran potencial de hábitat de diferentes especies y que para la agricultura representan el mínimo de potencial agrícola, habiendo otros lugares de mejor acceso para las aguas y mejores posibilidades agrícolas, de igual manera clamamos por las bayahondas, que son parte del cuadro que completa el potencial ganadero y de suplemento alimenticio, además  de la  compensación de las altas temperaturas de la región, que bien justifican un raleo, pero jamás una tala indiscriminada de ellas.

 Nos inscribimos entre los que emulamos la acción de gobierno del presidente Danilo Medina, con la integración de más tierras a la producción, pero en más de un año de talas y arrastres de cortezas terrestres, las circunstancias exigen acciones de otras naturalezas en las ya desmontadas, no vaya a ser que se empiece a ver como acción politiquera y se vuelva un Boomerang.

 Que se detengan ya esos desmontes y que se dé inicio verdadero a los trabajos de cultivo de las diferentes especies, que se le siga dando recursos al Banco Agrícola, pero con cambio de sus políticas y reglamentos criminales contra la clientela, la usura no es buena para el desarrollo de los pueblos y cuando sale de una dependencia estatal, es más criminal. Trascendió ayer que la república Bolivariana de Venezuela integró un tribunal contra la usura... si vinieran aquí...




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