Desalojan comerciantes del arrabalizado mercado público de Barahona
EN BARAHONA, (República Dominicana): Alrededor de 40 vendedores de productos agrícolas fueron desalojados la mañana de este martes por agentes policiales y municipales del área del mercado público de esta ciudad, donde llevaban 15, 20 y 30 años instalados.
Los agentes portando revólveres, armas largas y bombas lacrimógenes, llegaron repentinamente al área de las calles 16 de agosto, Duvergé, María Montez y Colón donde los venduteros comercializaban plátanos, guineo, yuca, entre otros rubros agrícolas, y los echaron por la fuerza.
El comerciante Antonio Medina Mella, quién habló a nombre de sus compañeros, calificó como abusiva la medida, al tiempo que solicitó al alcalde Noel Octavio Surberví Nin que los reubique en otra área donde pueden continuar negociando y ganando decentemente el sustento familira.
En tanto, que miembros de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), retuvieron algunas camionetas cargadas de los referidos productos y las llevaron al patio del cuartel de la institución.
El mercado público que está totalmente arrabalizado se ha convertido en un peligroso foco de infección, debido a la suciedad imperante en toda el área que ocupa.
El centro de este establecimiento comercial fue totalmente destruido por un voraz incendio hace muchos años, lo que obligó a los comerciantes y venduteros a instalarse en los alrededores del mismo.
Luego el entonces presidente de la República Joaquín Balaguer construyó un nuevo mercado en la avenida Casandra Damirón, frente al liceo secundario, Doctor Federico Henríquez y Carvajal a la entrada de esta ciudad, para alojar a los comerciantes del viejo establecimiento público.
Pero estos se negaron alegando que el nuevo mercado era muy pequeño para darle cupo a todos ellos, por lo que decidieron seguir operando en el viejo establecimiento. Mientras que el nuevo permanecía cerrado.
El nuevo negocio en 1998 fue ocupado por unas 30 familias que residían en tres líneas de los barracones de Jabib de aquí, tras ests ser arrazados por un fuego de procedencia desconocida.
Estas familias todavía permanecen ocupando el nuevo mercado, sin que se vislumbre la esperanza de que saldrán de allí pen los próximos años.