Remueven con éxito hematoma cerebral a presidenta argentina‏


EN BUENOS AIRES: La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, fue operada el martes con éxito en una cirugía para drenarle un hematoma cerebral y se encuentra de buen ánimo, pero su convalecencia la obligará a abandonar la campaña electoral para unos comicios legislativos clave.

La mandataria había sido internada el lunes en la Fundación Favaloro de Buenos Aires para estudios prequirúrgicos, luego de sentir el domingo un hormigueo en su brazo izquierdo que obligó a sus médicos a optar por operarla en vez de someterla al tratamiento de reposo indicado inicialmente.


Fernández fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos tras la cirugía "sin complicaciones" que comenzó poco antes de las 0800 de la mañana (1100 GMT), dijeron los cirujanos en un comunicado.

"Está de muy buen ánimo. Saludó a todos. Agradeció al equipo médico (...) Agradeció a toda la gente que está rezando por ella", dijo a periodistas su portavoz, Alfredo Scoccimarro, en la puerta del hospital.

La intervención consistió en abrir un orificio para permitir el drenaje del hematoma que se formó por debajo de la duramadre, una membrana que recubre el cerebro, dijeron fuentes médicas.

La convalecencia, que se puede extender por varias semanas, dejará a Fernández fuera de la campaña para las elecciones legislativas del 27 de octubre. Además llega en un momento delicado para su administración, con la economía mostrando señales de debilidad y la ya alta inflación acelerándose.

El vicepresidente Amado Boudou asumió el lunes la jefatura del Poder Ejecutivo temporalmente. Pero, una fuente gubernamental dijo a Reuters que el papel del funcionario será protocolar.

Fernández cultiva un estilo de administración centralizador, y todas las decisiones de relevancia se toman en su despacho con poca intervención de sus ministros, lo que según sus críticos implica un riesgo porque su ausencia del poder puede paralizar al Gobierno.

La mandataria había sido internada durante varias horas el sábado para estudios clínicos, tras los cuales se le había indicado 30 días de reposo para permitir la reabsorción del hematoma producto de un golpe en la cabeza que sufrió en una caída a mediados de agosto.

El accidente se había mantenido en secreto y sus detalles aún se desconocen.

Fernández, de 60 años, venía encabezando los mitines en un intento por fortalecer a los principales candidatos oficialistas que se encuentran rezagados en las encuestas.

De acuerdo con sondeos, el Gobierno podría perder el control del Congreso en los comicios, dejándolo sin posibilidades de impulsar una reforma constitucional que habilite a la presidenta a presentarse a un tercer mandato, como aspiran sus aliados.

Fernández había sido sometida a inicios del año pasado a una operación en la que se le extirpó la glándula tiroides después de que se le diagnosticara cáncer. No obstante, tras el procedimiento quirúrgico, estudios finales indicaron que no se encontraron células cancerígenas.

Su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, murió repentinamente a fines de octubre del 2010 de un infarto.
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