UN CALVARIO RODEADO DE POLVO Y PIEDRAS
Por Franklyn Vicente /La Voz Tubanera
EN PADRE LAS CASAS: Durante años, hemos sido testigos de las frecuentes crecidas del Rio La
Cueva, dejando incomunicados más de cinco comunidades, razón esta que ha
llevado a los comunitarios a exigir se finalicen las obras comprendidas
en el trayecto de la carretera que conduce desde este municipio a la
comunidad de Guayabal.
La carretera que conduce al Municipio de Guayabal, es en la actualidad una de las obras más anhelada por los munícipes, pues se hace tedioso el tránsito por esta, por la gran cantidad de tierra y piedra. Dicho trayecto ha sido guardado en el baúl del olvido, por entender esta obra fue aprobada en la gestión del ex presidente Leonel Fernández, conjuntamente con el puente del rio La Cueva.
Los residentes, en dicha comunidad, consideran que: “ a las ordenes del ex presidente Fernández se le resto importancia y los trabajos no llegaron a su final”.
La Compañía Constructora Malespín, ha jugado a su antojo con las disposiciones del ejecutivo, ya que en el actual mandato del Lic. Danilo Medina, una vez más fueron beneficiados con la construcción del tramo carretero, mostrándose rebeldes a las exigencias del pueblo y laborando en esta sin arrojar resultados a la fecha, hecho este que ha creado malestar en la población.
Resulta un tanto irrespetuoso que las Ordenzas emitidas por dos presidentes de la Republica no haya sido suficiente, para que dicha constructora agilice los trabajos en esta importante vía que comunica a Padre Las Casas con: Las Lagunas, Las Siembra, Los Naranjo y Periquito. Han demostrado su eficiencia en la extracción de más de 100 camiones diarios de arena, para luego ser procesada en una grancera móvil, propiedad de estos y luego ser utilizado en obras que les han sido asignadas en la Provincia de Azua.
De acuerdo con los comunitarios, “es de vital importancia se concluyan estos trabajos, por considerar estamos en temporada ciclónica y el rio puede dejar incomunicadas estas comunidades durante, quise, veinte y hasta un mes, de lo contrario vamos a retomar la lucha contra estos destructores”.
“Esperamos que nuestras exigencias sean tomadas en cuenta y se le dé valor a las órdenes que emite el Poder Ejecutivo, ya que este proyecto no ha sido asumido con seriedad”.
Otros lugareños afirman que “el gobierno actual ha sido un férreo defensor de estos, por entender los militares que han sido designados para proteger los equipos y el personal de Malespín, por tanto se puede deducir, que los directivos de la constructora, tienen más influencia que el clamor incesante del pueblo.