Que no sigan dañando vidas
Por Jemmy Peña
La cantidad de tentaciones que pasan quienes dirigen la iglesia Católica están latentes día a día, por el hecho de cumplir un juramento de celibato. En la actualidad hemos visto fatales consecuencias, que se han datado desde muchos años.
La declaración del Padre Alberto Cutié en una de sus primeras entrevistas dijo: "Yo nunca dejé de ser hombre cuando me hice cura y Dios me hizo hombre antes de ordenarme”
Recordemos que este sacerdote fue quien en el 2009, protagonizó un escándalo cuando en ese entonces fue visto en la playa con una feligresa la cual hoy es su esposa.
Para la iglesia Católica, debió haber sido una alarma para que llegara el momento de renovación de la vida personal y propia de los mas altos miembros que la dirigen.
Se ha proliferado en muchos países que religiosos se dedican a abusar de victimas quienes en la mayoría son niñ@s y mujeres inocentes, un mayor porcentaje personas de baja autoestima o bajo perfil.
Hoy toca a la sociedad, exigir que las acciones de quienes les corresponden dirigir las almas de sus feligreses hacia la salvación, no sigan dañando vidas, las cuales quedan marcadas para siempre con daños irreversibles.