Los militares que parullan las calles ¿Tienen órdenes de arrancar cámaras y amenazar con matar a periodistas?‏


Por Robert Vargas

/Fuente. Ciudad Oriental/

Nunca había escuchado al periodista Julio Benzant tan asustado. No era para menos: nunca en su vida Benzant había tenido ante sus ojos los cañones de dos fusiles M16, listos para acabar con su vida en "un santiamen".

Cuando los dos soldados lo encañonaron y dejaron al descubierto a plenitud su conducta criminal, a Benzant solo se le ocurrió levantar los brazos y gritar en medio de la calle que:


-"¡Soy un periodista!¡Me van a matar!".

Al hacerlo, procuraba llamar la atención de los transeuntes con la esperanza de que alguien evitara que cometieran el crimen.

Antes de lavantar los brazos, Benzant marcó el número de mi teléfono móvil.

Derspués de todo, era un duelo desigual: fusiles M16 contra una cámara de vídeo.

Sin saber exactamente lo que sucedía, me alarmé al escuchar los gritos de los que resultaron ser militares armados de fusiles M16.

Grupo de soldados que golpeaban a un hombre


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-"¡La guardia es la guardia!", escuché a uno gritar.

-"¡Que me pase la cámara, coño!", gritó otro.

Benzant gritaba a todo pulmón:

-"¡Soy periodista! ¡Me van a matar!".

Los soldados parecían nerviosos mientras lo encañonaban.

-"Benzant! ¡Benzant! ¿Qué pasa? ¡Benzant! ¿Qué sucede?", gritaba yo, alarmado, del otro lado del teléfono.

Benzant no podía escucharme. El había marcado mi número de móvil para que yo escuchara que algo grave estaba ocurriendo.

Los militares le arrancaron la cámara de la mano, llegando a romperle la correa que la sostiene, mientras lo encañonaban con los fusiles-

La gente tenía miedo de intervenir puesto que los soldados actuaban como bestias asesinas sedientas de sangre.

Todo ocurrió ayer, día viernes, próximo al mediodía cuando Benzant regresaba en su motocicleta a santo Domingo Este de cubrir una rueda de prensa en la capital.

Pasaba por la intersección de las avenidas Albert Thomas y Padre Castellanos cuando vio que varios militares daban una golpìza a un ciudadano.

Al ver la acción, detuvo su motocicleta, sacó su cámara y se dispuso a grabar.

De repente, uno de los militares lo vio y le fue encima reclamándole que le entregara la cámara, a lo que el periodista se negó.

Entonces lo encañanoran, le arrancaron la cámara de la mano y amenzaron con matarlo.

Nunca antes de este viernes Benzant vio la muerte tan cerca.

En ese momento, cuando los cañones lo "miraban" listos para vomitar plomo y muerte, Benzant pensó en sus hijos, en su familia, en su difunta madre, en sus amigos.

Su vida entera le pasó por la mente en una rápida sucesión de imágenes.

Un fotógrafo del periódico Hoy, que pasaba por el lugar, se detuvo para hacer fotografías al ver que a Benzant lo tenían encañonado.

Entonces, uno de los militares lo vió y, a punta de fusil, lo obligó a borrar las fotos. (Antes le arrancaban los rollos)

El soldado que le arrebató la cámara a Benzant le dijo que, si la quería, que fuera a buscarla "a la Secretaría" (Ministerio de las Fuerzas Armadas).

Minutos después, una persona vestida de civil llegó al lugar, conversó con los militares y los convenció de que le entregaran la cámara al periodista.

La actuación de los soldados contra estos dos periodistas demuestra con claridad meridiana que los militares que patrullan en las calles tienen intenciones criminales, asesinas contra los periodistas, sobre todo, si ven que tienen càmaras en las manos.

Esto manda un mensaje bien claro a los periodistas, camarógrafos y fotógrafos: es necesario actuar con cautela ante estas bestias con instintos asesinos que andan en las calles supuestamente "combatiendo la delincuencia".

Un periodista, camarógrafo o fotógrafo no es un delincuente, no es un criminal, no es un asesino.

Es posible que en cualquier momento periodistas y militares vuelvan a encontrarse en las calles, cada uno cumpliendo su papel.

Quizás el Ministro de las Fuerzas Armadas debería instruir a sus soldados entrenados para matar, que los periodistas, camarógrafos y fotógrafos no somos "el enemigo".

Ojalá que lo haga, antes de que uno de los suyos asesine a un trabajador de la prensa... claro, si no es eso lo que se quiere para mandar "una señal".

Después de muerto el periodista, fotógrafo o camarógrafo, que no vengan con "arrestos y sanciones".

Me pregunto ¿Cada vez que vean una cámara van a reaccionar amenzando con asesinar al fotógrafo o camarógrafo?

¿Regresamos tan rápido a etapas que se creìan superadas?

Les mostramos las fotos de los soldados agresores. Si quieren, tomern sanciones y envìen el mensaje de que la libertad de prensa debe ser respetada.

¿O es que quizás desde "el Ministerio" han dado la orden de arrancar cámaras y amenazar con matar a periodistas?

¿Estamos ante el germen de una diactadura militar? o fue ¿Un caso "aislado"?

Quizás los jefes militares deben decirle a sus subalternos que ellos no están por encima de las leyes, aunque tengan poder de fuego y capacidad de matar en sus manos

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