Barahona: una “mina” de sorpresas
EN BARAHONA: Olvidada durante mucho tiempo, Barahona es una mina de sorpresas, capaz de ocuparte todo un fin de semana sin descanso y que aún te falte mucho para conocerla por completo. Parece que su momento comienza a llegar y ya sus instituciones públicas y privadas unen esfuerzos para presentarnos todo lo que puede ofrecer esta provincia sureña.
Una de ellas es la Fundación Central Barahona (FCB), que organiza un recorrido por los proyectos comunitarios que actualmente está ejecutando como parte de lo que ellos han llamado, “La ruta del azúcar”. Con ese nombre, muchos podrían pensar que se trata sólo de andar entre cañaverales, pero es mucho más que eso, también incluye peces y cabras.
Aprovechamos la “Regata Palito Seco”, que también es un esfuerzo para movilizar la zona, y nos montamos en un autobús rumbo a una experiencia totalmente diferente. Tienes la opción de solicitar la ruta de tres formas: producción del azúcar, de los proyectos o completa.
Conoce su gente
En el recorrido completo se visitan las comunidades o bateyes de la zona. Este inicia en Huerto Batey, donde se conoce el proyecto de comunitarios de mujeres; Batey 5, para conocer la grúa hilo y ver la demostración, cuando hay caña.
Luego se pasará a un área cercana para vivir la experiencia de la plantación de la caña. En el período de corte también se disfruta del proceso de corte y pesado, se conoce la mesa de caña y el complejo habitacional de picadores.
A partir de ahí pasarás por dos puntos muy diferentes, y el disfrute dependerá de qué tanto estés dispuesto a avanzar. La parada en el Batey Bombita será para conocer el proyecto piscícola ubicado en el distrito municipal de Canoa.
Aquí, la Asociación de Mujeres para el Progreso de Bombita (Asomuprobo), compuesta por 32 amas de casa, es la encargada de una iniciativa basada en la crianza de tilapias, que luego las venden a grandes cadenas de supermercados del país. Si eres de los que corres riesgos, puedes subirte a una de las plataformas flotantes, y si llegan a la hora de comida de los peces, es posible que hasta puedas alimentarlos.
Una comunidad productiva
De aquí se pasa a la Comunidad Pescadería, donde paradójicamente no veremos peces, sino cabras, en el proyecto caprino. Verás cómo esta comunidad tiene una pequeña pero ambiciosa crianza de cabras, donde producen leche, dulces, yogurt y queso de cabra para la venta local.
La ruta termina en el Club Cañaveral del Consorcio Azucarero Central, donde te espera el almuerzo y visitas a las modernas instalaciones del Central Azucarero de Barahona, el primer ingenio verde del país. El recorrido será guiado por las áreas de producción para conocer todo el proceso del azúcar (molienda, cocción, entre otros). Para tu seguridad te suministrarán casco de protección, lentes y tapones para los oídos.
Anímate a conocer un poco más de esta media isla, con una invaluable riqueza natural, histórica y cultural. Descubre cada uno de sus rincones y las bondades que se “esconden” en cada uno de ellos. Aprovecha los fines de semana para hacer turismo interno y disfrutar de Quisqueya, la bella.
Proyectos ecoturísticos
El hotel Casa Bonita Tropical Lodge, recibió el premio como el segundo mejor establecimiento alrededor del mundo en la categoría “Lodge”, otorgado por la revista francesa Hotel & Lodge, por la calidad de sus servicios. Aquí puedes disfrutar de la piscina infinity, jacuzzi, restaurante, bar. Además del Tanama Eco Spa, con pabellón de yoga, el temascal o el hidrobar. También, hacer actividades como el Canopy Zip Line, cabalgatas, senderismo, tenis, surfeo, esnorquel y bicicleta de montaña. Desde aquí se pueden visitar otros destinos: Bahía de Las Águilas, la Laguna de Oviedo, las Cascadas de Villa Miriam en San Rafael, el Lago Enriquillo o el Bosque Nublado de Cachote, en la parte oriental de la Sierra de Bahoruco.
También está Monte Sacro, un lugar con características muy especiales, pues su ambiente confortable es apropiado para el descanso y la reflexión. Por tal razón, esta comunidad cristiana, localizada en Polo, ofrece sus instalaciones para la realización de seminarios, retiros, talleres propios de la comunidad y actividades que realizan grupos e instituciones que se enfocan en el bienestar personal. La comida que ofrecen a sus huéspedes es preparada con alimentos orgánicos cosechados en sus instalaciones por las manos de sus trabajadores y los habitantes de Polo.