HAITI, INGRATITUD Y CHANTAJE‏


Por Leonardo Plata

Según definición, la ingratitud se aplica a la persona que no reconoce el valor de un beneficio o favor recibido;  es una de las miserias humanas que daña a la persona que recibe el favor, pero que nunca agradece a las personas que no prestan su ayuda en momentos difíciles.

Ya lo había expresado Richard Brinsley, actor y político Irlandés del siglo XVII" Cuando la ingratitud tiene el dardo de la ofensa, la herida es doblemente peligrosa."


 Haití, es uno de los países malagradecidos, ingratos y chantajista, que no merecen el apoyo, la solidaridad y la colaboración de los del pueblo dominicano.

Las actuales autoridades haitianas, ahora están chantajeando al pueblo dominicano con algunos productos que supuestamente no cumplen con las normas de calidad en ese país; y yo me pregunto, existen en Haití control sanitario, regulación de alimentos procesados, alguna vez se ha preocupado ese país por el medio ambiente, todo lo contrario, son unos exterminadores de la naturaleza, y la mejor muestra de ello es ver cómo está la vegetación en Haití.

Haití ha puesto una serie de de trabas al intercambio comercial con la República Dominicana, primero era con la gripe aviar, que resultó ser una vil mentira, luego con los plásticos producidos en nuestro país, y ahora se quiere prohibir la entrada del cemento que se produce en república dominicana, sin dar ningún tipo de explicación, lógica, científica, que muestren los riesgos o los peligroso al medio ambiente y a la salud de sus habitantes.

A los haitianos se le olvido que el pueblo dominicano, siempre le ha tendido la mano en sus momentos difíciles, que ningún país del mundo ha mostrado tanta solidaridad, hermandad, con ese vecino país cuando el terremoto que devastó la nación haitiana y que todavía seguimos ayudando, se le olvidó a los haitinos, que los hospitales dominicanos estaban abarrotados de víctimas del terremoto, que la República Dominicana, nunca le ha pasado factura, a pesar de que nos gobernaron con manos de hierro durante 22 años, que servimos de canal, de puente para que miles de ayudas internacionales llegaran a las zonas de desastres cuando ocurrió aquella catástrofe; la ingratitud es uno de los peores sentimientos que albergan los seres humanos, las naciones ingratas están destinadas al fracaso económico y social, ya que nadie estará dispuesto a extenderle la mano cuando soliciten ayuda

Hasta cuando los dominicanos, seguiremos soportando tanta prepotencia, chantaje e ingratitud del pueblo haitiano.
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