FOGARATÉ
LA IRA DE GREGORIO LUPERÓN
Por Ramón Colombo
Sabemos qué dirías, viejo Goyo, si pudieras regresar desde el eterno silencio para ver estas mayorías envilecidas por un hambre ancestral que no les permite ni siquiera recordar el significado preciso de tu nombre; para ver este sueño despedazado por tanta traición a la idea que impulsó la Restauración de una República verdadera y justa; para ver a tantos politicastros venales que hoy cumplen una rutina de patriotismo ritual, para seguir después socavando el futuro. Sabemos bien qué dirías: “¡¡¡Coño!!!” (Que siempre fue la síntesis perfecta de tu ira). tesis perfecta de tu ira).
Por Ramón Colombo
Sabemos qué dirías, viejo Goyo, si pudieras regresar desde el eterno silencio para ver estas mayorías envilecidas por un hambre ancestral que no les permite ni siquiera recordar el significado preciso de tu nombre; para ver este sueño despedazado por tanta traición a la idea que impulsó la Restauración de una República verdadera y justa; para ver a tantos politicastros venales que hoy cumplen una rutina de patriotismo ritual, para seguir después socavando el futuro. Sabemos bien qué dirías: “¡¡¡Coño!!!” (Que siempre fue la síntesis perfecta de tu ira). tesis perfecta de tu ira).