La sociedad dominicana y la desintegración moral en la familia‏





Por Leonardo Plata

La familia, es el eje fundamental de toda sociedad, sobre ella descansa la formación, la integridad y los valores de sus integrantes.  Decía el filosofo alemán Hermann Keyserling “Todos los pueblos hostiles a la familia han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma.”

La familia dominicana, hoy en día está atravesando por una de sus peores crisis; me refiero a la crisis moral y espiritual que invade el entorno familiar; lo podemos ver por la gran cantidad de personas que actúan en contra de los principios y de las leyes, familias destrozadas por la falta de valores, de respeto, de afecto y cariño, tanto los padres, como los hijos; y es que la desintegración moral en la familiar es un problema que no solo afecta a la familia sino también a toda la sociedad dominicana.


En República Dominicana, la falta de ética, la falta de convivencia de sus ciudadanos, ha encaminado a la nación a un estado de caos, de desorden, de irrespeto, donde reina la inmoralidad, los anti valores, el libertinaje, en todas sus manifestaciones, donde cada vez más adolescentes  se hacen partícipes de perversidades e inmoralidades.

Es evidente que una gran cantidad de padres o tutores, solo se preocupan por darle las cosas materiales, (lujos, celulares ultima generación, tabletas, pasolas, dinero, ropas caras), para que estos estén a nivel y en consonancia con la de sus “amiguitos”, pero será que pasará en el mañana, cuando esa juventud ya no esté, que va a pasar con nuestros adultos, lo estamos convirtiendo en guiñapos, en buenos para nada, en escorias sociales que no aprendieron nada, en su adolescencia y en su juventud.

Debemos autor flexional y mirar en nuestro interior para decirnos a nosotros mismos, que estamos haciendo con nuestros hijos, lo estamos educando correctamente, les estamos inculcando los valores y principios que adornan a un buen ser humano.; yo creo que no, hay que ver la gran cantidad de jovencitas que sostienen relaciones sexuales sin estar debidamente preparada, muchos embarazos en la adolescencia, los jóvenes hundido en el mundo de las drogas, los vicios, el alcohol, el irrespeto y otras actitudes negativas.

Es que una sociedad donde la familia como núcleo principal, sus raíces,  no está sustentada sobre la base de los principios, de la verdad, la honestidad, el civismo, el respeto, la educación, los valores morales, sobre todo tener a nuestro señor Jesús de Nazaret, como nuestro ejemplo, como nuestra guía, para caminar por el camino de la paz, de la solidaridad, del respeto por los demás, jamás vamos a tener una República Dominicana, justa, de hombre y mujeres de bien, respetuoso de las leyes, solidarios, con civismo y amor patriótico.  Ya es hora, la familia debe de reencontrarse con Dios, con los valores, que hacen de ella el centro y fortaleza de toda sociedad civilizada comprometida con una nueva república dominicana, donde reine la paz, la solidaridad, el trabajo honesto, la equidad y la justicia social.

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