Inflación devalúa sueldo; no se vislumbra solución
EN SANTO DOMINGO: Viviana Morales desafía el peligro cada día y sale a las 5: 30 de la mañana de su casa para dirigirse a su trabajo, con el cual busca el sustento de su familia. Quiere dar una mejor educación a sus hijos, pero el salario que devenga no alcanza.
Morales, de 33 años, madre de dos varones de 7 y 4 años y una pequeña de dos meses, apenas gana seis mil 500 pesos en una zona franca de San Isidro. Aún con la ayuda de su esposo, Pablo Miranda, quien percibe RD$8mil 500, no logra cubrir las necesidades de alimentación, educación, higienización y recreación.
Morales, de 33 años, madre de dos varones de 7 y 4 años y una pequeña de dos meses, apenas gana seis mil 500 pesos en una zona franca de San Isidro. Aún con la ayuda de su esposo, Pablo Miranda, quien percibe RD$8mil 500, no logra cubrir las necesidades de alimentación, educación, higienización y recreación.
Esta humilde trabajadora aceptó hablar de las cosas que tiene que hacer a fin de sobrevivir como jefa de familia, con el sueldo mínimo que le corresponde según las leyes del país.
De acuerdo al relato de la mujer, su realidad se vio todavía más agravada luego de la entrada en vigencia de la reforma fiscal, pues el alza de los artículos primordiales deterioró más su poder adquisitivo. “Esperaba al menos que eso se reflejara en un aumento del jornal, cosa que no sucedió.
“No hay forma de que la gente que recibe el salario mínimo en República Dominicana pueda vivir honradamente”, agrega Morales, quien afirma que si se presentan gastos adicionales como comprar el gas o cualquier medicamento, hay que buscarlo prestado y de ahí bandeársela como pueda”.
Añade Viviana Morales que no sabe “cómo el Banco Central tiene la pesadez de decir que con ese importe puede vivir una familia. Una sobrevive gracias a las maromas que hace para conseguir una entradita adicional y poder cubrir el resto de las necesidades de un hogar”.
El Banco central dice…
La canasta de alimentos básicos en el quintil de menos posibilidades (promedio nacional) se puede adquirir mensualmente, según datos del Banco Central, con RD$23 mil 42.65. Sumando lo que gana la pareja antes mencionada, que asciende a RD$15 mil, estas personas, a pesar de trabajar unas 18 y 20 horas diarias, no pueden costear sus alimentos.
Debido a que esta situación se repite de la mayoría de los trabajadores dominicanos, el Comité Nacional de Salarios (CNS), presidido por Gloria Henríquez, convocó a los sectores empleador y trabajador, a fin de llegar a un acuerdo.
La reunión, que ha realizado el sector patronal y sindical, se mantiene en un virtual tranque, luego de que los empresarios propusieran un incremento del 11% sobre el salario, lo que fue inmediatamente rechazado por las organizaciones laborales que discuten el reajuste.
Al referirse al tema, el especialista en Finanzas Bill Wall concluye que, sin lugar a duda, la actual paga no es suficiente para adquirir la canasta básica y aunque entiende que se hace necesario buscar una actividad paralela, aclara que tener dos empleos con honorarios inferiores, para una familia compuesta por 4 personas, tampoco sería suficiente.
“En tres años la inflación ha alcanzado 20%, en tanto los ingresos han perdido valor; lo que hay que hacer es priorizar y analizar cuál es la situación existente: qué se tiene y qué se debe. De acuerdo con esta consideración, buscar recursos alternos con el fin de obtener mejores ingresos y alcanzar una mejor calidad de vida”.
Coincidencia
La percepción de la madre, cuyo testimonio encabeza estas líneas, es la misma que se observa en las calles, y sobre todo en personas que como no pueden solventar carencias elementales. La opción de conseguir un segundo empleo resulta casi imposible, ya que la mayoría son de tiempo completo.
Para el economista Wall hay varios factores que inciden en la cuestión: un salario mínimo inadecuado, una política salarial incoherente y un nivel de educación muy bajo. Con tal escenario, entiende que no hay esperanza para que el trabajador dominicano pueda recibir ingresos directamente proporcionales a su productividad.