BRASIL, UN ESPEJO
FERNANDO MANGUAL
El gigante suramericano despierta inesperadamente del estado de somnolencia prolongada en que se encontraba. El pueblo llano hace conciencia cansado de su orfandad institucional representativa. El pueblo ejecuta protestas pacífico-violentas de manera espontánea sin: nombre, organización ni líderes que la sustenten.
Esta reacción colectiva tiene a todos confundidos, se preguntan: ¿cómo es posible que en un país de estabilidad macroeconómica, alto crecimiento económico, cumplidor de las metas del milenio, con ordenamiento en las favelas, escuela del método de reducción de la pobreza, en las puertas de clasificarse como desarrollado esté sucediendo esto? Los analistas no encuentran las causas de este comportamiento de una población que se percibía satisfecha.
El gigante suramericano despierta inesperadamente del estado de somnolencia prolongada en que se encontraba. El pueblo llano hace conciencia cansado de su orfandad institucional representativa. El pueblo ejecuta protestas pacífico-violentas de manera espontánea sin: nombre, organización ni líderes que la sustenten.
Esta reacción colectiva tiene a todos confundidos, se preguntan: ¿cómo es posible que en un país de estabilidad macroeconómica, alto crecimiento económico, cumplidor de las metas del milenio, con ordenamiento en las favelas, escuela del método de reducción de la pobreza, en las puertas de clasificarse como desarrollado esté sucediendo esto? Los analistas no encuentran las causas de este comportamiento de una población que se percibía satisfecha.
Realmente los políticos no supieron interpretar a tiempo las aspiraciones reales en el país del fútbol. Los gobiernos entendieron que podían asignar enormes recursos a la construcción de infraestructuras y eventos sociales-deportivos internacionales con el propósito de promocionar a Brasil y que todos aceptarían gustosamente. Sin embargo, no fue así, falló la percepción.
El pueblo llano brasileño a través de las elecciones, primer paso en la democracia, intentó que los políticos hicieran coincidir sus discursos de campaña con las realizaciones. Inclusive en las últimas décadas han seleccionado gobiernos con fundamentos socialistas, pero en el país más desigual (Brasil) del continente más desigual (Latinoamérica) los representantes Estatales aplican reformas cosméticas dejando insatisfechos los derechos de educación, salud, transporte, vivienda, desigualdades, además de ausencias de sanciones adecuadas a la corrupción gubernamental. Los analistas están confundidos con las causas que generan estas protestas, no saben el por qué. Funded responde, los brasileños sencillamente están pidiendo que se cumpla con el siguiente paso de la democracia, exigen que el gobierno cumpla con el Estado de Derechos.
Funded en un artículo reciente en Acento, explicó que el Estado de Derechos está constituido por un conjunto de necesidades que siendo individuales tienen que satisfacerse colectivamente. Este fue el origen del Estado (poderes) con funciones para satisfacer los derechos.
Las elecciones son para seleccionar las personas (gobierno) que administrando el Estado realicen acciones que satisfagan el Estado de Derechos. Sin embargo, los políticos ejecutan sus “sueños de niños” basados en su concepto de trascendencia histórica, ambición de riquezas, integración al empresariado, inmunidad a su comportamiento inmoral, y también ignorancia de las soluciones efectivas a la problemática social.
El pueblo llano brasileño se empoderó de sus derechos y utilizando una nueva modalidad de protesta han hecho valer su patrimonio, la soberanía. El pueblo ha hecho ver a los políticos su descrédito, falta de autenticidad, irresponsabilidad e incumplimiento de compromisos con el pacto democrático.
Este es el desbordamiento inusitado de una población desesperada que no encuentra medios formales, pero que establece novedosas formas de manifestarse. Esta situación debe ser un buen indicador para el grupo de políticos dominicanos que hace 10 años tiene concentrado los recursos, ingresos, contratas, empleos, influencias, incapaces de iniciar procesos tendientes a solucionar los problemas: de empleos, alto costo de la vida, electricidad, deficiencias educativa, salud, vivienda, escasez y contaminación de agua, seguridad ciudadana, tránsito, monopolio de las comunicaciones,distorsión por el clientelismo de los derechos de elegir y ser elegido, desigualdades y pobreza generalizada.
La situación socio-económica es gravísima, obviamente peor que en Brasil, la gente está al grito, pero carece de representación auténtica. Únicamente el presidente Danilo Medina demuestra voluntad de enfrentar los problemas, pero sólo es imposible, el resto de poderes y la oposición política están de espalda.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dice que el hambre ha descendido a la mitad, pero para confundir sin diferenciar entre hambre, desigualdades y pobreza. Cuidado que ese tipo de manifestaciones brasileñas se iniciaron recientemente en el país, cuando grupos de jóvenes realizaron juicios públicos a la actuación de determinados políticos. Cuidado que ese ciclón brasileño puede ser contagiante, y ser también itinerante.
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