Respetemos la democracia
La caricatura Diógenes & Boquechivo de Diario Libre de fecha 7/5/2013 ilustra una conversación telefónica entre Danilo Medina y Leonel Fernández, donde el primero dice al segundo que no podrá ver el juego de pelota porque se quedará revisando la cantidad de papeles que le dejó (seguridad/salud/Haití/corrupción/Edes/déficit/educación/FMI/narcos/contrabando/). Sorprendido, Leonel le responde: ¿Que yo dejé? Pero esos papeles tienen más de 50 años en esa oficina.
En serio o en broma habría que añadir a ese cúmulo de "papeles" un Sector Público que durante 50 años ha sido incapaz de preservar el patrimonio empresarial de la Era de Trujillo y al parecer los recursos naturales y las finanzas públicas.
En serio o en broma habría que añadir a ese cúmulo de "papeles" un Sector Público que durante 50 años ha sido incapaz de preservar el patrimonio empresarial de la Era de Trujillo y al parecer los recursos naturales y las finanzas públicas.
En cuanto a las finanzas públicas, el informe de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) llama la atención sobre la ejecución presupuestaria de 2012, "su desbordamiento, inaceptables irregularidades, desviaciones y omisiones evidenciadas en el análisis". A falta de carácter, como parece ser la norma, el FINJUS solo se limita a llamar la atención a la Cámara de Cuentas y al Congreso Nacional en vez de llevar el caso ente los tribunales.
De igual manera, el Centro Regional de Estrategias Sostenibles (CREES) pide a la Dirección General de Presupuesto que informe "si los gastos del año pasado fueron mayores a las aprobaciones hechas por el Congreso" (como si estuviéramos en Suiza); que el Ministerio de Hacienda es el "responsable del tema presupuestario"; y que el déficit fiscal (según cifras del FMI y el Banco Central) es violatorio a la Constitución y afecta la institucionalidad del país. (Descubrimiento de la pólvora en el Siglo XXI).
Dicen que la justicia es ciega pero hubo un gobernante dominicano que con vista y luego ciego sentó precedentes en la dirección de la Cosa Pública, lo que le sirvió de "manto sagrado" para llevar ante el banquillo de los acusados los violadores de la integridad del Estado. Opuesto a ella se observa un sistema combinado política-justicia que permite alegatos de “persecución política” como pasaporte hacia la impunidad, dada la total ausencia de fallos condenatorios, por lo que considero una ofensa
al pueblo dominicano mantener la vigencia del Departamento de Prevención de Corrupción Administrativa.
Es por eso que el FINJUS, Participación Ciudadana, la Alianza contra la Corrupción, el CREES, la mayoría de los 26 partidos políticos reconocidos por la Junta Central Electoral, u otros redentores nacionales, deben abandonar la práctica de señalar irregularidades en cuando a la Cosa Pública si los alegatos no se discuten en los tribunales, para evitar que el asunto tratado fuera de ellos sea catalogado de anomalía o cualquier otro término cosmético, sea jurídico o económico, lo que es peor aún, donde luego todo se desvanece.
La justicia es el único escenario para enaltecer y respetar la democracia en la República Dominicana y fortalecer la integridad del Estado, el que al parecer más bien se debate en función del voto y no como Estado nación. Mientras, hay "demócratas" o "patriotas" que por razones políticas debaten si conviene o no defender la Cosa Pública; o si lo hacen por los medios escritos (a su manera) o ante los tribunales (muy difícil, con raras excepciones), y mientras nada sucede todo se convierte en circo con escasez de pan para la población.
Luis Eduardo Díaz Franjul - eduardofranjul@yahoo.com
(Trabajo publicado íntegro como lo envió su autor)
