Solidaridad con Genris García
Por J. Modesto Rodríguez
La sociedad dominicana ha experimentado cambios radicales y preocupantes hacia la cultura de la violencia. Cientos han caído inmerecidamente y a destiempo por el odio, la intolerancia, la prepotencia y el machismo que se anida en nuestro hombre común de hoy, salvo honrosas excepciones.
Podría decirse que entre otras causas relevantes, el analfabetismo que caracteriza a gran parte de la población, y muy especialmente una mayoría de los hombres, impulsa a cometer muchos desmanes.
No todo el mundo puede comprender la labor del periodista. Muchos, no dominan sus códigos, ni interpretan sus intereses generales, aunque lo tenga de vecino. No es nada especial, ni un ser de otra galaxia. Es solo un ser humano común, que hace un esfuerzo por dotarse de ciertas herramientas culturales que lo hace distinto del hombre común.
La sociedad dominicana ha experimentado cambios radicales y preocupantes hacia la cultura de la violencia. Cientos han caído inmerecidamente y a destiempo por el odio, la intolerancia, la prepotencia y el machismo que se anida en nuestro hombre común de hoy, salvo honrosas excepciones.
Podría decirse que entre otras causas relevantes, el analfabetismo que caracteriza a gran parte de la población, y muy especialmente una mayoría de los hombres, impulsa a cometer muchos desmanes.
No todo el mundo puede comprender la labor del periodista. Muchos, no dominan sus códigos, ni interpretan sus intereses generales, aunque lo tenga de vecino. No es nada especial, ni un ser de otra galaxia. Es solo un ser humano común, que hace un esfuerzo por dotarse de ciertas herramientas culturales que lo hace distinto del hombre común.
Es un ente que ha asumido una conciencia de sus deberes sociales y se ha empoderado alrededor de las dificultades comunitarias, y a través de los medios que tiene disponible, lucha por ayudar a otros a mejorar su espacio, y se pelea con las autoridades conquistando mejoras para la comunidad, denunciando los abusos, las injusticias, los crímenes, los peligros sociales y expone su deseo de que la sociedad alcance niveles de convivencia y desarrollo ideales.
Con esta breve descripción agregamos una definición más al papel del periodista, de otras tantas libaciones teóricas. Comprender eso no es nada fácil para el hombre del barrio, borracho de odio y violencia, de frustraciones y mucho menos, lo puede comprender el delincuente barrial que disputa espacios de poder con sus vecinos, y que incursiona en el mundo de lo ilegal y el dinero fácil.
La violencia tiene muchas motivaciones, y no es fácil entender porqué un hombre se dispone a eliminar al otro por simples diferencias, pero ocurre en la vida cotidiana y todos estamos expuestos, y mucho más los que tenemos que llevar una vida pública, atados por la elección de un oficio, como es el caso del periodista.
En América Latina, los periodistas han sido asesinados por docenas, derivado del ejercicio de sus responsabilidades y de sus contradicciones con el crimen organizado, el pandillerismo, el terrorismo, el tráfico de ilegalidades, la corrupción, el abuso de poder, y la pelea con el poder establecido por las violaciones a sus propias normas, a la vida democrática y la renuncia a pagar las deudas sociales. Hay periodistas que han caído en espacios de intolerancia e irrespeto por la vida, por la promoción de sus ideas.
Genris García, es un veterano periodista dominicano, entregado a su oficio, y que ha entendido que su papel va más allá de la simple distribución de información, y haciendo el papel peligroso en estos tiempos, de "portavoz" de los que no tienen voz, ha asumido el riesgo de enfrentar los males que caracterizan en el espacio donde se aloja con su familia.
Producto de este ejercicio ciudadano donde se carece de intérpretes sociales para hacerlo, Genris ha sido amenazado por intolerantes que se creen dueños de los barrios y de las personas, y que con sus actividades con fines de lucro, consideran que los otros simplemente tienen que tolerarlos y"callarse".
Los periodistas, como el policía, el militar, abogado, el médico o la enfermera, el profesor, el dirigente barrial, el agente social responsable, el funcionario que cumple con su deber institucional, el religioso, el activista comunitario, tienen de enemigo a todo el que anda al margen de la ley y el orden, porque lo ven como obstáculos a sus propósitos.
Genris, director-editor del periódico en línea "VigilanteInformativo", merece ser defendido por las autoridades, y por la gente sensata de su entorno, primero porque es un ciudadano responsable y honesto con sus principios y deberes, y es un padre de familia que solo molesta con sus actividades al ilegal y abusador que resta espacios de respeto al prójimo para lucrarse y enseñorearse con un poder ilegítimo, ganado a sangre, fuego y amenazas.
Nuestra solidaridad y admiración con Genris García, y esperamos que las autoridades sean celosas y efectivas en defender a un comunicador entregado a su sacerdocio, y que permitan que sea callado una voz para los que no tienen voz en nuestra sociedad sedienta de justicia social y de redención.
Tomado de Noti-Temas